Policiales

ASESINOS! Quisieron robarle la moto, se resistió y lo mataron en la puerta de su casa

Carlos Argentino Loto, de 51 años, fue asesinado de dos puñaladas en la espalda en el barrio Villa Nueva, de la localidad de Ranchillos, el jueves por la noche.

El móvil del crimen no se conocía hasta el viernes, pero la hipótesis más fuerte que manejaban los investigadores era que la víctima se habría resistido al robo de su motocicleta en la puerta de su casa. Al no lograr su cometido, los atacantes le habrían asestado un mortal corte abajo del omóplato y luego habrían escapado en una moto de baja cilindrada.

En la esquina de Mitre y Misiones, de esa localidad, allegados a Loto esperaban que el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) concluyera con las pericias para poder acompañar a los familiares de la víctima. “La señora está destrozada, parece que ella presenció la muerte de su marido. No tiene consuelo para hablar”, contó Leonardo Martínez, uno de los 12 amigos que estaba a la par de Carlos Loto (h), de 22 años, y a su madre, Joana Pimentel, de 46.

“Anoche vinimos apenas nos enteramos de lo que había pasado, pero lamentablemente la Policía no nos dejó acercarnos porque estaban trabajando en la escena. Hoy (por el viernes) volvimos para acompañar a Carlitos en este duro momento”, dijo. “Las veces que nos reuníamos en su casa, su papá se iba a dormir temprano porque al día siguiente tenía que ir a trabajar a la capital”, añadió Martínez. Carlos Argentino Loto trabajaba en la dependencia Espacios Verdes de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

Sentados en un banquito, tras el cerco perimetral, la viuda y su único hijo se abrazaban y se contenían el uno al otro. El día del homicidio, Carlos (h) habría intentado auxiliar a su padre. Al ver que la hemorragia no cesaba, lo dejó al cuidado de su madre y corrió al hospital en busca de una ambulancia.

“Estamos conmocionados con esto. Anoche éramos muchos vecinos acompañando, parecía que todo Ranchillos se había acercado”, señaló preocupado Diego Verón.

“Carlos fue un vecino de toda la vida. En Ranchillos nos conocemos todos y le aseguro que ese hombre no tenía problemas con nadie aquí, como se dijo en principio. En su casa solían reunirse a brindar y había veces que había que pedirles que bajen la música, es el único reclamo que se le puede hacer. Fuera de eso era un buen vecino, un trabajador más”, describió Verón.

Por su parte, Nancy Andrea Díaz detalló: “no escuchamos gritos. Estuvimos en la vereda todo el tiempo y nos alertamos al ver llegar una ambulancia. Estamos a una cuadra del lugar, pero normalmente se escucha todo lo que ocurre en la calle”. Además, la vecina contó que los robos son frecuentes en la zona, pero que no recuerda casos que hayan incluido un asesinato.

“Te roban de noche y escapan por la calle Misiones, que no está iluminada. Aparte, ese camino es el límite con los cañaverales, que sirven de cueva para los ladrones”, manifestó Díaz. “Ayer (jueves) a la noche también hirieron a un chico de 13 para robarle un celular. Queremos más policías para la jurisdicción; no puede ser que tengamos sólo tres efectivos para la ciudad y, encima, que tengan que movilizarse en sus vehículos particulares. Yo veo que donan camionetas y motos para la Policía, pero para esta comisaría nunca llega nada”, reclamó Adriana Valdez.

Los investigadores intentan dar con cualquier testigo que pueda aportar datos sobre los asesinos prófugos.

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