El acosador de una joven que hace años vive aterrorizada está muy cerca de ser declarado inimputable
Pablo Luciano Rainieri de 28 años, imputado por el delito de lesiones a la salud mental por acoso a Milagro Lohezic (28 años), podría ser declarado inimputable. Una junta médica determinó que tiene síndrome de Asperger y un cierto grado de autismo.
Lohezic denunció que desde 2018 recibe mails y mensajes de parte de Rainieri. La joven lo rechazó y lo bloqueó, pero el acusado luego comenzó a presentarse en la casa de Milagro y en lugares donde sabía que podía encontrarla. La justicia le dio una prohibición de acercamiento, pero este año la joven recibió un nuevo mensaje del acusado. Por esa razón, en julio el joven fue detenido y se solicitó una junta médica.
“Lo que la junta médica determinó es que esta persona debe ser internada por su enfermedad. Consideramos que es un peligro cierto para Milagro y para su familia, porque conoce todos sus movimientos y remarcaremos que ellos merecen llevar una vida normal. Por esos motivos, pelearemos para que se efectivice esa internación, porque se reúnen los elementos necesarios para que eso ocurra”, detalló la abogada Agustina Lasquera, a cargo de la querella junto a José María Molina.
“Es importante que ahora tenemos un diagnóstico y que dice que Luciano tiene síndrome de Asperger y autismo, no es un psicótico ni nada de lo que le venían diciendo. Sólo tiene una condición que lleva a dificultades para relacionarse”, explicó el defensor, José Sánchez.
El profesional explicó que los médicos indicaron que Rainieri debe empezar un tratamiento psiquiátrico y psicológico y que recomendaron que comience haciéndolo internado en un hospital porque no sería capaz de dirigir sus acciones y comprender sus actos. “En la audiencia solicitaré que cambie la modalidad y que el chico sea alojado en un lugar apropiado y que pueda contar con el acompañamiento de su familia”, señaló.
“Los padres de Luciano no imaginaban este diagnóstico. Esto toma sentido cuando nos interiorizamos de que se trata de un trastorno que muchas veces las personas ni se enteran que lo tienen hasta una edad avanzada. Lo único que los papás habían notado es que tenía cierta obsesión con el estudio y que no era de salir mucho por esa obsesión, pero nunca demostró una conducta agresiva que los llevara a pensar que podía necesitar ayuda psiquiátrica”, argumentó Sánchez.