El eterno retorno de las estafas piramidales: cuál es el secreto de su vigencia y cómo reconocer el riesgo en una oferta de inversión
El caso de "flor de la abundancia" puso en evidencia la capacidad de penetración de estas falsas promesas de ganancia rápida. Por qué es difícil prevenir
La «flor de la abundancia» sigue dando de hablar y la cuestión no es novedosa, pues ya en agosto de 2016 dio cuenta de la aparición de esta forma estafa piramidal en las provincias de Mendoza y San Juan.
Ahora, diferentes denuncias de parte de personas damnificadas dan cuenta de que una vez más desembarcó en la Capital y Gran Buenos Aires. Incluso personajes conocidos del ámbito de la cultura, como la cantante Fabiana Cantilo, revelaron que también habían sido estafados y hasta pidieron disculpas por haber defendido el sistema.
«Quiero aclarar que no apoyo a los telares de la abundancia, perdón, entendí mal, a mí también me engañaron», escribió la cantante.
A esta altura, la irrupción de este tipo de estafas generó inquietud a nivel oficial, ya que la la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), a cargo de Laura Roteta y Mario Villar, reiteró las recomendaciones y recaudos que elaboró en 2016 para evitar ser víctima de una estafa piramidal que, en muchos casos, se encuentran atravesadas por discursos feministas.
Según el ente oficial, «dado que el dinero ingresado no se destina a ninguna actividad que de por sí produzca utilidades, la posibilidad de obtener la ganancia prometida depende exclusivamente del ingreso de nuevos participantes».
En tal sentido, advierten que en caso de ser víctima de una estafa, recomiendan efectuar la denuncia penal correspondiente ante las fiscalías en lo criminal y correccional de la Ciudad de Buenos Aires.
Cómo funciona el esquema
Su estructura se asemeja a una pirámide, de ahí su nombre, donde la persona que inicia el esquema está en el tope, ésta recluta un segundo nivel de personas, éstas a un tercer nivel de personas y así sucesivamente.
Cada una de las personas reclutadas debe aportar un monto inicial de «inversión» para pertenecer a la pirámide, la misma que va en beneficio de la persona que la reclutó.
De esta manera cuando alguien empieza a reclutar, existe la posibilidad de multiplicar sus ganancias. Por ejemplo, si paga $1.000 para pertenecer a una pirámide y recluta a 20 personas más, generará $20.000 para la organización.
Ahora, supongamos que el rendimiento prometido es de 20%, se recibirán $200 por cada nueva persona reclutada y el resto irá a quienes están por encima. Esto quiere decir que las ganancias netas serán de $3.000. En otras palabras, se habrá triplicado la inversión inicial con el simple hecho de llevar más gente.
El proceso continuará hasta que la base de la pirámide ya no pueda ser expandida, debido a la dificultad de reclutar a nuevas personas. Esto hace que la base se rompa y el esquema colapse, generando pérdidas especialmente entre quienes fueron las últimas en sumarse.
¿Cómo reconocer una estafa piramidal? Pese a que se trata de uno de los engaños más conocidos, sin embargo, muchos incautos siguen cayendo.
Más allá de la forma que adopte, no tiene misterios, ya que apenas consiste en ofrecer altos retornos en poco tiempo, para lo cual se utiliza parte del dinero de los nuevos inversores para pagar a los antiguos y dar apariencia de que el negocio funciona. En el camino, alguien se queda con el resto.
El sistema marcha de maravillas hasta el momento en que dejan de entrar nuevas víctimas. Entonces, todo se desploma porque nunca hubo de fondo un verdadero mecanismo de generación de beneficios.
Este fraude también recibe el nombre de «esquema Ponzi» por el estafador que inventó esta modalidad de inversión, Carlo Ponzi, un inmigrante italiano que a principios del siglo XX se hizo millonario en Estados Unidos aplicando el esquema piramidal.
En América Latina, cada cierto tiempo se conocen nuevos casos de víctimas que perdieron su dinero en estafas de este tipo.
Los esquemas Ponzi reciben muchos nombres: «Esquema Célula», » Fractal», «Esquema Burbuja», «Flor de la abundancia», «Telar de la prosperidad» o «Esquema de pirámide», y todos ofrecen a sus potenciales inversores grandes beneficios en un corto período.
El tiempo de vigencia del sistema estará dado por la cantidad de nuevos inversores que se integren al negocio. En la gran mayoría de los casos, el sistema está condenado al fracaso, ya que el inversor recibe poco o nulo beneficio del dinero dado en inversión.
Sus características típicas son:
-Promesa de altos beneficiosa corto plazo o por períodos determinados, que no están bien documentados
-Dirigido a un público con poco conocimiento financiero
-Tiempo mínimo de permanencia, en el que no se puede retirar el capital invertido.
-Comisión por referidos.
-Se relaciona con un único promotor o una única empresa
-La empresa no se encuentra registrada y controlada ante un ente regulador
-Falta de una auditoría de confianza
Un atractivo difícil de resistir
Es evidente que el riesgo de inversión en las operaciones que hacen uso de esta práctica es muy alto y se incrementa en la medida que crece el número de suscriptores en el sistema, ya que cada vez existen más dificultades para encontrar nuevos seguidores.
Ahora bien, si ya se sabe cómo funcionan estas trampas, ¿por qué la gente sigue cayendo?
Sobre este punto, cabe tener en cuenta algunos signos que por lo menos deben despertar sospechas de que se puede estar ante una estafa piramidal.
- Promesa de alta rentabilidad asegurada. En este esquema al principio es muy fácil cumplir con el pago de intereses, porque el porcentaje que se abona no surge de ninguna ganancia sino del capital del propio inversor.
El mecanismo funciona en forma aceitada pues una de las cláusulas que suelen aplicarse es que el dinero debe permanecer invertido durante cierto tiempo.
«Y hasta que alguien pida que se le devuelvas todo lo invertido pasa mucho tiempo», explica Jesús Palau, profesor de economía de ESEADE.
- Exigencia de reclutar nuevos «socios». La propia dinámica de la pirámide se basa en sumar permanentemente nuevos adherentes, con el pretexto de que de esta manera se avanza en la pirámide
Es por ello, que si en algún momento surge la palabra «reclutar» o algún sinónimo, deben dispararse las señales de alerta.
«Todos estos anuncios basado en el slogan de invitar a tus amistades para ganar dinero’, lo que quieren es aprovecharse de tu red de conexiones», explica Palau.
- Pagar por trabajar. En determinadas circunstancias, suelen surgir ofertas de trabajo, en general para cubrir puestos de vendedores, en las que el requisito fundamental es comprar la mercadería y luego salir a vender.
Por lo general en las charlas explicativas, que suelen realizarse en hoteles o teatros con cierto lujo, aparecen personas con testimonios de que su vida cambió radicalmente desde que ingresaron a la compañía. Este es otro llamado de atención que puede prevenir este tipo de maniobras.
Está comprobado que muchas de estas personas que se prestaron a dar su nombre para captar nuevos adherentes solo lo hicieron como un último esfuerzo para tratar de recuperar parte de lo perdido.
- No dejarse deslumbrar. La presentación suele estar a cargo de algún director de la empresa que ostenta un nivel de vida muy elevado, gracias a los negocios que realiza. Incluso, puede apelarse a la contratación o vinculación con personas famosas que se ven reflejadas en los medios de comunicación para potenciar su imagen.
«Ese es un truco muy viejo que se llama el truco del millón de dólares. Quien dirige la operación gasta mucho dinero para deslumbrar a un conjunto de gente que, si compra la idea, lo compensará con creces», asegura Palau.
¿Siempre existe un responsable?
Si bien el esquema Ponzi es ilegal en muchos países, tiene que pasar un determinado período de tiempo hasta que quede al descubierto, a partir de las denuncias e investigaciones que van surgiendo, pero normalmente es el demandante el que tiene que probar que se trata de una estafa piramidal.
Incluso en ciertos casos, como es el actual del Telar de la abundancia, no existe ningún «jefe de la organización» que pueda ser detectado y posteriormente demandado.
Diferente es el caso de otras estafas piramidales que sí estuvieron en cabeza de la organización, siendo las más relevantes las de Bernie Madoff, que fue uno de los casos más famosos a escala global, y a nivel argentino la de Enrique Blarksley, quien con Hope Funds, consiguió mantener su fraude durante largo tiempo.
De acuerdo con el economista Peter VanderNat, una organización es considerada como un esquema de pirámide si los participantes obtienen sus beneficios monetarios reclutando a nuevos participantes en lugar de vender un producto o servicio.
Tipos de esquemas piramidales
Mas allá el esquema Ponzi, existen otras opciones de engaño en las inversiones, como por ejemplo los denominados multiniveles o cadenas de cartas.
Multiniveles. Los participantes de una empresa multinivel se benefician de las ventas realizadas por las personas que están bajo su línea de patrocinio, incluso si son varios niveles de profundidad, sin embargo, cada uno de los participantes también puede generar ingresos a través de la venta directa de productos o servicios.
En este esquema es claro que el dinero de las comisiones propias y de su línea de ventas proviene de la comercialización de un producto o servicio.
Cadenas de cartas. Apelando a la utilización de las redes sociales, el sistema se basa en el envío de mensajes en los que se invita a participar en alguna de estas variantes. Por lo general, se solicitará que se done o se deposite cierta cantidad de dinero a las personas designadas en una lista.
Luego se deberá eliminar el nombre de la primera persona que aparece en la lista y añadir tu nombre al último. Después se la debe enviar a un determinado número de personas, quienes deberán hacer lo mismo. El propósito es que todas las personas en la lista reciban dinero.
En conclusión, todas las pirámides están destinadas al colapso, ya que es prácticamente imposible mantener el suministro constante de nuevas personas o inversionistas que quieran entrar.
Por eso antes de hacer cualquier inversión, se debe tratar de obtener la mayor cantidad de información posible y detallada acerca de la organización y de las personas que la manejan, especialmente cómo hacen para obtener los altos rendimientos que prometen.