El peligro de la muerte súbita en la vuelta a la actividad física
El riesgo cardiovascular aumentó durante la cuarentena. En la Argentina, hay personas que no hicieron actividad física durante 80 días, por eso es fundamental que tengan un apto médico.
Es un hecho inesperado, brusco que se debe a un parate de la circulación cardíaca. Puede suceder en personas sanas o enfermas. Eso es la muerte súbita. Algunos médicos indican que suele suceder a la hora de la aparición de los primeros síntomas, otros consideran un rango de 24 horas.
Desde el lunes, está permitida la actividad física en la Ciudad de Buenos Aires, pero muy pocos tienen el apto médico que les permite hacer deporte. La desinformación en esta materia puede causar la muerte, por eso, el médico cardiólogo y deportólogo Norberto Debbag (M.N. 51.320) responde a Con Bienestar todo sobre este tema.
¿Por qué se produce?
Por lo general, en menores de 35 años se produce por las cardiopatías congénitas. Entre ellas, la miocardiopatía hipertrófica, la displasia arritmogénica del ventrículo derecho, o también por la anomalía de las arterias coronarias. En el caso de los mayores de 35 años, la primera causa es la enfermedad coronaria.
¿Le puede pasar a cualquiera?
No, a cualquiera no.
¿Se puede evitar?
Se puede prevenir la muerte súbita, pero no se puede evitar. A una persona, se le pueden hacer todos los chequeos: un ecocardiograma, un electro, una ergometría, un holter, e igualmente puede terminar con muerte súbita en la calle, por ejemplo.
¿Cómo se puede prevenir?
Haciendo los aptos médicos. El riesgo cardiovascular en la Argentina aumentó durante la cuarentena, ya que mucha gente no hizo nada durante 80 días, por eso mismo es fundamental hacerlos. Y es importante aclarar que los institutos están atendiendo de forma programada. Los que no lo tienen deberían hacerlo, y los que ya lo hicieron, pero hace cuatro o cinco meses, vuelvan a hacerlo.
Quienes ya estén autorizados por sus médicos, pueden comenzar con la actividad física siempre y cuando sea de intensidad moderada y de forma progresiva. De otra manera, las lesiones no tardarán en llegar.
¿Quiénes deben hacer los aptos físicos?
Cada persona que quiera hacer una actividad física debe ir al médico y le debe contar qué quiere hacer. Aunque sea caminar para distraerse o moverse un poco, lo que suelen realizar los sedentarios.
Una vez informado al doctor, tal vez con un buen examen médico, un buen interrogatorio, una historia clínica y sin antecedentes cardíacos, se puede firmar que su aptitud física está en condiciones. Por supuesto que la actividad deberá ser de intensidad baja a moderada.
En el caso de las personas más entrenadas, que realizan deporte con periodicidad, como pueden ser los runners o aquellos que son semiprofesionales o profesionales, no alcanza con un electrocardiograma. Deben hacerse un estudio más completo. Un electro, un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo que puede ser una ergometría o un ecoestrés y, eventualmente, un holter. Eso se pide para alta competencia. Si de todo esto algún resultado da mal, se completa con resonancia magnética cardíaca.
¿Cuál es su recomendación para los sedentarios?
Una vez que tengan la autorización del cardiólogo, y quieran salir, caminen muy despacio, tranquilos. 20 minutos por día es suficiente. Luego se puede ir incrementando con las semanas a 30 minutos, no hagan una hora.
Si nunca corrieron y quieren empezar a correr sin la progresión, a esas personas que son sedentarias y mayores de 35 años, les puede provocar un aumento en la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el gasto cardíaco y, como consecuencia, puede producir un evento coronario o una arritmia, entre otras afecciones.
¿Qué pasa en las personas con coronavirus?
Se demostró que el COVID-19, además de producir daños a nivel pulmonar, también lo hace a nivel cardíaco, generando un proceso inflamatorio que se llama miocarditis. Si bien se sabe que el 22 por ciento de los pacientes infectados por el virus presenta esta afección, los resultados a largo plazo sobre la lesión cardíaca siguen siendo desconocidos.
En otros casos, el coronavirus puede producir, por otros mecanismos, un infarto agudo de miocardio, una insuficiencia cardíaca, una trombosis venosa profunda de miembros inferiores o una embolia pulmonar.