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En la Cumbre del Mercosur, Fernández pidió a Uruguay y Brasil “no cortarse solos” en las negociaciones comerciales

Se desarrolló de manera virtual la Cumbre del Mercosur donde participaron los mandatarios que integran el grupo sudamericano. El evento tiene que ver con el traspaso de la conducción de la presidencia pro tempore del presidente Alberto Fernández a su par de Brasil, Jair Bolsonaro. El encuentro es clave porque se dio pocas horas después de la decisión de Uruguay de firmar acuerdos comerciales por fuera del bloque.

El país oriental comunicó este miércoles a sus socios que comenzará a buscar negociaciones con terceros países, algo que hasta ahora requería consenso de todos los miembros. Una decisión que sacudió al grupo antes de la actividad.

El jefe de Estado argentino fue el encargado de abrir el encuentro y el primero en brindar un discurso, en modalidad remota, desde el Museo del Bicentenario de Casa Rosada. La administración central del Frente de Todos decidió transmitir sólo el discurso de Fernández y cortar la emisión de los mensajes de los otros presidentes, a la vez que invitó a los periodistas acreditado en Balcarce 50 a retirarse del lugar. Una nueva arbitrariedad por parte de los responsables de Comunicación de la Presidencia de la Nación Argentina contra la labor de la prensa.

“Es a través de más integración regional y no de menos integración regional, que estaremos en mejores condiciones de producir, comerciar, negociar y competir”, planteó el titular del palacio gubernamental rosado, que, aunque no hizo mención puntual al anuncio de la administración de Luis Lacalle Pou, expresó que “la Argentina reafirma una vez más que ‘nadie se salva solo’ y “que un Mercosur de corazón solidario es la nave insignia de su estrategia de integración”.

“Tenemos la responsabilidad histórica de fortalecer el Mercosur frente a la crisis del Covid-19, que aceleró de modo exponencial las transformaciones mundiales en marcha. Se reorganizan las cadenas globales de valor, con un comercio mundial más influenciado por consideraciones geopolíticas y de seguridad nacional. Y se hacen intentos, no siempre exitosos, de revivir el multilateralismo. El resultado de estos procesos no será necesariamente el de una reversión de la globalización, sino el de una economía mundial más regionalizada”, puntualizó.

En relación al pedido de “flexibilizar” el bloque regional, señaló que “las negociaciones deben iniciarse y concluirse de manera conjunta”, y que “cualquier propuesta debe estar basada en la regla del consenso”.

“Las divisiones de América Latina sólo pueden fomentar debilidad, fragmentación, polarización, disgregación de energías comunitarias y fisuras de proyectos grandes y generosos. Solos, alimentaremos el espejismo de una vana prosperidad”, afirmó, al tiempo que destacó la necesidad de una revisión del arancel externo común que contemple “a los sectores más sensibles”, y buscar acuerdos para impulsar a los sectores productivos del Mercosur “ante un mundo más proteccionista y fundamentalmente más agresivo”.

La reacción argentina, en la previa, produjo expectativas, especialmente por el tenso cruce que tuvieron por este tema los presidentes Lacalle Pou y Fernández en la cumbre del 26 de marzo pasado. En esa ocasión, el mandatario uruguayo sostuvo que el Mercosur no podía “ser un lastre” que impidiera el avance comercial de su país, a lo que Fernández respondió que si Argentina era considerado un lastre, “que tomen otro barco”.

El segmento donde Fernández fue más duro con las propuestas del vecino oriental de la Argentina, ocurrió cuando manifestó “creemos en la defensa del estado de derecho, todos somos parte de el. El estado de derecho le dio vida al Mercosur, es importante honrar los contratos fundacionales que como estado de derecho nosotros firmamos”, y subrayó “creemos que el camino es seguir el Tratado de Asunción, negociar juntos con terceros países o bloques”, y pidió “respeto a la ley”, “honrar los pactos originarios” y “no cortarse solos”.

Tres días después, Lacalle insistió con que se le “afloje la piola” a su país para poder negociar con terceros. El mandatario recordó que en Uruguay se habla de la flexibilización del Mercosur “por lo menos desde 2006”, cuando gobernaba Tabaré Vázquez, ex mandatario de izquierda que falleció en 2020.

Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento nacional argentino para FM Concierto 105.5

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