Fernández sigue de gira en Alemania mientras el dólar sube a $232 y el Gobierno limita esa moneda para importaciones por baja de reservas en el Banco Central
El presidente Alberto Fernández llegó el domingo pasado a Múnich alejándose del grave clima de tensión económica y política que atraviesa la Argentina, donde el dólar estadounidense llegó al record de los 230 pesos, con una inflación que sigue en suba y medidas de emergencia como el límite de entregar moneda estadounidense de las reservas del Banco Central a los grandes importadores, un reclamo que viene haciendo la vicepresidenta Cristina Kirchner debido a la perdida de fondos en la principal entidad financiera del país.
El mandatario llegó hasta Alemania para participar como invitado, ya que titular de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en la Cumbre de Líderes del G7, el foro que nuclea a las principales potencias del mundo occidental (el país país anfitrión), más el Reino Unido, Italia, Francia, Estados Unidos, Japón y Canadá) y en el que se prevé un debate sobre los efectos del conflicto Rusia-Ucrania y la crisis alimentaria derivada del conflicto.
El foro se realiza en un marco de preocupación mundial por el desarrollo de la guerra en Ucrania, la inflación a nivel global y la disponibilidad y alzas de alimentos y energía.
Fernández lleva una numerosa comitiva, integrada, entre otros por el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el canciller Santiago Cafiero; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; la portavoz Gabriela Cerruti y el embajador de Argentina ante Estados Unidos, Jorge Argüello.
La primera actividad fue una reunión bilateral con el primer ministro de India, Narendra Modi. Según fuentes oficiales del Gobierno argentino, el encuentro, que tuvo lugar en el Hotel Bayerischer Hof de la ciudad de Múnich, «permitió fortalecer la relación entre ambos países con el eje puesto especialmente en la cooperación política y económica y en la búsqueda de afianzar las coincidencias en los ámbitos regional y global».
«En el aspecto económico, destacaron el incremento recíproco del flujo comercial, en cuyo contexto India representa el cuarto socio comercial a nivel global, a la vez que coincidieron en que existe todavía un amplio potencial de crecimiento por lo que subrayaron la importancia de diversificar las exportaciones a través del impulso de las negociaciones de acceso al mercado en curso», agregó la vocería de la administración Fernández.
Luego del encuentro, el canciller Santiago Cafiero manifestó a la prensa que “el volumen de comercio entre ambos países es de 5.600 millones de dólares” y resaltó que “diferentes productos argentinos se siguen instalando en la India como el aceite de girasol y la harina de soja, con exportaciones récord, con lo cual pensamos que este año vamos a volver la marca que del año pasado”.
Horas más tarde llegó al complejo de Schloss Elmau, donde participó de la reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno del G7, donde fue recibido por el canciller federal, Olaf Scholz. En su discurso en el evento, y más allá de la actividad protocolar, Fernández abogó por “la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que incluya a las periferias del mundo” y destacó la “necesidad de impulsar el diálogo entre las partes involucradas” en la guerra de Ucrania para alcanzar “una paz duradera, resistente y sólida”.
El jefe del Ejecutivo argentino exigió “el pleno apego a todos los principios del multilateralismo” y consideró que la guerra desatada en Ucrania “es una tragedia”, ya que “los flujos comerciales y la logística, ya seriamente dañados durante la pandemia, llegaron a un punto crítico”.
“Desde un comienzo reclamamos el cese de las hostilidades. Ahora necesitamos impulsar el diálogo entre las partes involucradas”, subrayó Fernández, y aseveró que “nunca ha sido más evidente que las crisis del presente (climáticas, sanitarias, financieras, energéticas y alimentarias) son verdaderamente globales”, en tanto “las soluciones no dependen de esfuerzos individuales y los efectos negativos que esas crisis generan lluvias ácidamente sobre todo el planeta”.
En este punto, el Presidente Fernández reafirmó la postura histórica de la Argentina, que se apoya en “la solución pacífica de las controversias y en el pleno respeto de los derechos humanos”, y aseguró que “el mundo entero, y no exclusivamente Europa, precisa una paz duradera, resistente y sólida”. En su carácter de presidente pro tempore de la CELAC, destacó que “en América Latina y el Caribe soñamos con un nuevo orden internacional donde los esfuerzos se equilibren y las ventajas se distribuyan con criterios de equidad”, y puntualizó que “soñamos con no ser discriminados por el mundo central y condenados a la marginalidad y al olvido”, y reclamó la “construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que incluya a las periferias del mundo”.
En esa línea indicó que la política de sobrecargos cobrados por el Fondo Monetario Internacional “constituye una penalización inadmisible en las circunstancias dramáticas que hoy vivimos”. Y de la misma manera expresó la necesidad de incrementar la canalización de los Derechos Especiales de Giro (DEG) emitidos por el FMI “incluyendo a los países de renta media”. “Deben tener un sentido social capitalizando bancos regionales para financiar infraestructura requerida para el desarrollo que el cambio climático además exige”, expresó.
Asimismo, afirmó que “los derechos fiscales para las grandes corporaciones multinacionales, especialmente en la economía digital; el impuesto mínimo global como medio de implementación de protección climática; y un nuevo marco de tratamiento de las deudas soberanas también requieren una urgente implementación”, y reflexionó que “no nos interpela el tiempo de la codicia sino el de la fraternidad”, advirtiendo que “los paraísos fiscales generan infiernos sociales” y “constituyen un ejemplo de injusticia social que posterga el derecho a un desarrollo sostenible e inclusivo”.
El Mandatario argentino consideró que “construir una paz sustentable supone también construir una paz climática”, y remarcó que “el hecho de que se esté incrementando el presupuesto mundial en armamentos destructivos mientras aún no se han cumplido los aportes mundiales para el Fondo Verde del Clima, es un auténtico escándalo que no nos perdonarán las futuras generaciones”, remarcando que “es hora de entender, de una vez y para siempre, que el problema no es la pobreza. El problema a resolver es el sistema económico que la genera y permite que la riqueza se acumule en unos pocos”, concluyó.
En conferencia de prensa, Fernández declaró que «hoy se tomaron las medidas que se habían estudiado entre el Banco Central y el ministro de Economía; eran medidas que ya veníamos pensando de antes y estábamos esperando que el directorio del Fondo (Monetario Internacional) aprobara el primer trimestre porque hubieran significado un cambio de condiciones respecto de lo que el Fondo había visto”, y aseveró que “van en el sentido de tratar de recuperar reservas, que para nosotros es un objetivo importante y también poner en orden las cuentas públicas, porque nosotros no creemos que se pueda seguir viviendo eternamente con déficit fiscal así que hay que tratar de hacerlo paulatinamente, no salvajemente y sin ajuste”, afirmó, también en lo que se consideró un mensaje a la senadora Kirchner, quien aseguró que el “el déficit no necesariamente es la causa de los desmadres económicos y de la súper inflación”.
Además Fernández tuvo un cónclave con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen y otra bilateral con Scholz, otra con el presidente del Consejo de Ministros de la República Italiana, Mario Draghi, en la que dialogaron sobre la posibilidad de que Italia participe en los proyectos que existen para instalar plantas de licuación de gas con el fin de aprovechar el excedente de Vaca Muerta para la exportación en un contexto de alta demanda de este insumo. Y una última con el primer Ministro británico, Boris Johnson, donde el mandatario argentino renovó el reclamo del país sobre la soberanía de la Islas Malvinas, algo que su par del Reino Unido rechazó de lleno y sin margen de negociación alguna.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento nacional argentino para FM Concierto 105.5