Guerra Rusia – Ucrania: qué países respaldan a Moscú y cuáles a Kiev
Si bien hasta el momento el conflicto bélico es solo entre Rusia y Ucrania, diversos países en todo el mundo han tomado posición a favor o en contra de la invasión que lidera el presidente Vladimir Putin
¿Cómo se divide el apoyo ante la guerra? Los gobiernos del mundo no tardaron en posicionarse a favor o en contra de la invasión rusa en Ucrania, luego de que Vladimir Putin lanzara una operación militar a gran escala que consistió en el envío de tropas por tierra, mar y aire.
Esta comenzó el jueves de madrugada, después de que el mandatario ruso reconociera el lunes la independencia de las regiones de Donetsk y Lugansk, ambas en territorio ucraniano pero controladas por fuerzas prorrusas.
Algunos países rechazaron la incursión militar desde antes de que comenzara, cuando Estados Unidos advirtió que Rusia estaba movilizando tropas cerca de la frontera con Ucrania.
También pidieron una solución diplomática al conflicto, con los más poderosos anunciando sanciones -en su mayoría económicas- a empresas y la élite política rusa.
Otros condenaron los sucesos, pero matizando que la invasión es el resultado de la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el continente europeo.
Mientras, un grupo reducido avaló la estrategia de Putin.
Pero, al momento, la guerra es solo entre Rusia y Ucrania. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, lanzó un reclamo a sus aliados, por la decisión de estos de no enviar tropas al territorio bajo fuego.
“Estamos defendiendo a Ucrania solos”, expresó en un video difundido este viernes, visiblemente insatisfecho con la reacción de la comunidad internacional.
El conflicto continúa, así como sus repercusiones en la vida de millones de personas en Ucrania, Rusia y alrededor del mundo. Unas 100.000 personas huyeron de sus hogares, hay cientos de víctimas y la economía está siendo golpeada.
Quiénes apoyan a Ucrania
La OTAN, que incluye 30 países, entre los que se encuentran potencias como Estados Unidos, Canadá, Francia y Reino Unido mostraron su apoyo a Ucrania.
Parte de la justificación de Putin para iniciar la guerra es el interés del gobierno ucraniano en formar parte de la organización atlántica, que sirve como una alianza militar para la defensa común.
Líderes de las naciones que componen la coalición, como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fueron los primeros en condenar a Rusia.
“Un ataque no provocado e injustificado”, sostuvo Biden el jueves, cuando comenzó la acción militar, al tiempo que prometió que su país y sus aliados “harán que Rusia rinda cuentas”.
La posición de Estados Unidos va en línea con el resto de los miembros del G7, conformado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido, y que también mostró su respaldo al pueblo ucraniano.
“Esta crisis es una seria amenaza para el orden internacional basado en reglas, con ramificaciones mucho más allá de Europa”, dijeron los líderes del G7 en un comunicado conjunto.
El grupo dijo que presentaría sanciones económicas y financieras severas y coordinadas contra Moscú.
De igual forma, otros países que no son miembros de la OTAN, pero que guardan estrechos lazos con la organización, se posicionaron en contra de Rusia. Entre estos Israel, Australia y Taiwán.
La Unión Europea, compuesta por 27 estados, también está alineada con Ucrania.
El bloque se unió a las sanciones contra Rusia, las cuales calificó de “masivas”.
Quiénes apoyan a Rusia
La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una entidad creada después de la caída de la Unión Soviética, es el mayor apoyo militar de Rusia.
De ella forman parte Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.
El jueves, Ucrania aseguró que fuerzas bielorrusas cooperan en el ataque ruso, lo que fue negado por el presidente del país, Alexander Lukashenko. Países de occidente también señalan que Bielorrusia sirve como “plataforma” para la operación militar.
Bielorrusia comparte frontera con Ucrania y Lukashenko es un aliado histórico del Kremlin.
“¡Canallas! Nuestras tropas no tienen ninguna participación en esta operación”, dijo el mandatario en una reunión con militares, citada por la agencia oficial BELTA.
Estados Unidos anunció también sanciones contra oficiales bielorrusos.
En América Latina, Rusia encontró apoyo en Cuba, Nicaragua y Venezuela, países con los que comparte estrechos lazos económicos.
Venezuela manifestó su preocupación por el agravamiento de la crisis, pero lamentó el “quebrantamiento de los acuerdos de Minsk por parte de la OTAN promovido por los Estados Unidos de América”.
También rechazó “la aplicación de sanciones ilícitas y ataques económicos contra el pueblo ruso”.
Cuba criticó duramente a Estados Unidos por “imponer una progresiva expansión” de la OTAN en territorio europeo y pidió una salida diplomática para preservar la paz internacional.
Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se convirtió el lunes en uno de los primeros líderes mundiales en respaldar la postura de Rusia sobre Ucrania, diciendo que el presidente Putin tenía razón al reconocer como independientes las dos regiones controladas por separatistas prorrusos.
La moderación de China e Irán
China mantiene una postura ambivalente ante la situación en Ucrania y eludió llamar “invasión” a la operación militar lanzada por Putin.
Pekín reiteró que cree en el respeto de la integridad territorial de todos los países, pero dijo que considera que el problema de Ucrania tiene sus propios antecedentes históricos complejos y especiales.
“Entendemos las preocupaciones legítimas de Rusia sobre cuestiones de seguridad”, dijo el viernes el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, a los periodistas en una sesión informativa diaria en Pekín.
Por otro lado, Irán afirmó que se opone a la guerra en Ucrania, aunque no denunciará abiertamente la operación militar de Rusia, sino que culpará a Occidente por la presencia de la OTAN en la región.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, dijo en su primera reacción el jueves tras la invasión de Ucrania que la crisis está “arraigada en las provocaciones de la OTAN”.