José Martín Choque reclamó su reincorporación, citando el decrto presidencial que prorrogó la prohibición de medidas laborales de ese tipo y asegurando que en varias oportunidades ofreció resignar hasta la mitad de sus ingresos para no perder el trabajo.
Durante la charla con los medios que cubrieron la poco usual protesta, el ex ordenanza lloró y su esposa sufrió una descompensación.
Según Choque su sueldo de $ 40 mil era el único ingreso de la familia que no cuenta con vivienda propia y hace tiempo lucha contra los problemas de salud que sobrelleva su pareja.
El argumento expuesto por las autoridades ecleciásticas de Concepción en la carta documento es que el cierre de las iglesias los dejó sin los ingresos provenientes de las colectas en misas y las contribuciones por los sacramentos.