Ayer a la tarde, el Tribunal Oral Federal 4 le concedió el arresto domiciliario al empresario kirchnerista Lázaro Báez luego de cuatro años y medio de prisión preventiva en el penal de Ezeiza. Tras su liberación, se dirigió al country Ayres del Pilar para cumplir con el nuevo encierro. Sin embargo, los vecinos del lugar impidieron tajantemente su ingreso y tuvo que retornar a la cárcel para pasar la noche.
Ante la fuerte protesta, que incluyó piedrazos y un parabrisas roto, los custodios trasladaron a Báez primero al penal de Devoto y finalmente fue alojado en Ezeiza. Los residentes del barrio privado permanecían anoche “en guardia” para evitar un nuevo ingreso durante la madrugada.
La Justicia había establecido que el empresario, investigado por supuesto lavado de dinero, debía usar una tobillera electrónica y presentarse en tribunales cada 15 días. El fallo del TOF 4 fue dictado a instancias de una resolución que la Cámara Federal de Casación Penal efectuó ayer a la mañana sobre la causa conocida como “El Entrevero”.
Báez, cuya situación generó una “interna judicial”, está bajo monitoreo del programa de asistencia de personas bajo vigilancia electrónica del Ministerio de Justicia de la Nación.