Mientras la inflación se acerca al 100% interanual el FdT da prioridad a su interna
A medida que el año electoral se acerca con una crisis económica de gran envergadura que concluirá el año con una inflación de tres dígitos, la interna del Frente de Todos se recalienta. En Casa Rosada ya habían previsto que las presentaciones de Cristina Kirchner en la UOM de Pilar y de Máximo Kirchner en el acto del PJ Bonaerense en Mar del Plata no iba a salir gratuita a Alberto Fernández. En términos más moderados que los habituales, la titular del Senado prefirió ningunear al jefe de Estado que ella misma ungió en la fórmula electoral como su compañero en 2019, sin siquiera nombrarlo.
Ante el clamor de diversos sectores del kirchnerismo, que piden que la jefa política del oficialismo sea la próxima candidata a presidenta, esta vez no hubo negativas taxativas, si no un «haré lo que tenga que hacer para que el pueblo recupere la alegría», posicionándose como una clara adversaria al actual mandatario y a la administración que integra pero sin la lapicera del mandamás del Poder Ejecutivo, quien mantiene la distancia con la funcionaria desde el intento de magnicidio fallido el 1 de septiembre, y para que eso quede claro, prefirió encabezar el acto de la Feria del Libro Nacional y Popular en Santa Fe junto a Evo Morales.
Luego de que la Vicepresidenta comparara su gestión -hasta 2015- como la contracara de lo que fue el macrismo, y una suerte de continuidad con Fernández y Martín Guzmán (ex ministro de Economía), quedó claro el aval a Sergio Massa, de quien inclusive señaló que «está haciendo un gran esfuerzo después de lo que pasó». Lo que pasó son los últimos siete años. Desde una imaginaria vereda de enfrente en la alianza gobernante, tanto ella como su hijo, que fue mucho más duro con el hombre que ocupa el sillón de Rivadavia por una determinación que nunca avaló, pero que su madre explicó que fue con el fin de impedir la continuidad de Cambiemos, persisten en sostener las diatribas con quien quiere jugar su reelección, algo que para algunos es una estrategia que quiere evitar el «síndrome del Pato Rengo», aunque para otros son aspiraciones que de no concretarse, al menos obstaculizan -en laguna medida- la hegemonía cristinista.
Fernández citó a Perón a la hora de intentar neutralizar al líder de La Cámpora, quien, lo llamó «aventurero», por pretender encabezar un proyecto individual valiéndose de una construcción colectiva. El Presidente expresó que si un compañero habla mal de otro deja de ser peronista, y luego envió a uno de sus voceros, Aníbal Fernández (Seguridad), a redoblar la apuesta a la hora de referirse al primogénito de Néstor Kirchner: «El puede ser que se las sepa todas, pero nosotros no somos los boludos», apuntó con su clásico tono, quien debe lealtad al dirigente que le devolvió la posibilidad de volver a tener un cargo ejecutivo.
Por si eso fuera poco, el caudillo de Quilmes agregó que «buscar una palabra en Billiken para tratar de denostar al Presidente tiene cero valor». Además advirtió que ellos (el kirchnerismo) «hace rato que no participan en la gestión. Hace rato que no toman una decisión que tenga que ver con lo que nos importa a todos».
Con este clima ardiendo en el FdT, Fernández tendrá un par de actividades más en el país y partirá el miércoles hacia París a la Cumbre por la Paz y luego seguirá viaje al G20 en Bali (Indonesia). Días después volverá a otro destino internacional: México donde junto a su par, Andrés Manuel López Obrador, tratarán temas sobre la integración de América para la cooperación económica con respeto a la soberanía de cada país. Eso expresó el mandatario azteca en su cuenta de Twitter, algo que replicó Fernández quien se mueve con mayor soltura en sus numerosas giras mundiales, que son cuestionadas por el hecho de no generar ninguna solución a los problemas que atraviesa el país, y por el contrario producen gastos en dólares que deben salir del Banco Central para cubrir los viáticos de sus amplias delegaciones.
Desde los bunkers camporistas, esa predilección por dar prioridad a las agendas externas y no a los problemas locales es vista con malos ojos, y no faltan los militantes de la agrupación que conduce el diputado Kirchner que entienden que lo de «aventurero» y «turistas» no fue mera casualidad discursiva.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento nacional argentino.