Sociedad
«No caigo todavía»: Meke y la emoción de su debut con la selección argentina
Juan Andrés “Meke” Galván es uno de los dos tucumanos que debutaron con la camiseta del seleccionado nacional de fútbol de talla baja el fin de semana. El esfuerzo del jugador que tuvo que bajar más de veinte kilos para jugar con la celeste y blanca: “Hay gente que te respeta y gente que no”.
Hace ocho años atrás, Juan Andrés “Meke” Galván fue un sábado desde Concepción hasta la capital para ir a un boliche con sus amigos. En la puerta, ellos pasaron, pero a él no lo dejaron entrar por su baja estatura. El sábado pasado, cuando el joven de 30 años llegó a Salta los hinchas lo recibieron con cantos, bombos y platillos. No es para menos, tanto él como sus compañeros habían llegado a la provincia vecina para vestir los colores del país como parte de la selección nacional de fútbol de talla baja. Por esas vueltas de la vida, a Meke le tocó debutar como uno de los centrales del equipo. Con esfuerzo y sacrificio, estuvo a la altura de las circunstancias: “Es una cosa que no caigo todavía… Una emoción y una responsabilidad tremenda la de vestir esta camiseta y dejar todo para que Argentina quede bien representada”.
En febrero del año pasado, de repente, Meke se puso a saltar en su trabajo. Saltaba de emoción, pero nadie sabía qué le pasaba. Acababa de recibir un mensaje de WhatsApp de Federico, el vocero del seleccionado argentino de talla baja. Estaba convocado como parte del equipo que se preparaba para disputar un torneo en España. “Eso era una felicidad total. Justo estaba en mi trabajo, no veía la hora de salir para contarle a mi mamá”, recuerda el jugador en diálogo con eltucumano.com. Todo era alegría, pero no duró demasiado. En marzo llegó la pandemia de coronavirus y la competencia debió suspenderse. La gran ilusión de Meke debía esperar: “Como que me vine abajo después de eso. Tenía muchas ganas, pero no se pudo”.
En el seleccionado nacional ya habían puesto el ojo en el defensor tucumano, pero todavía faltaba algo para ponerse la blanquiceleste: “En 2019 fuimos a jugar la Copa Argentina con el seleccionado tucumano a Corrientes. La verdad que yo estaba excedido de peso y el técnico me dijo que me ponga en forma porque tenía condiciones para estar en la selección, ahí me puse las pilas”. Meke entonces pesaba 102 kilos. Se puso a trabajar con un nutricionista y un personal trainer y logró bajar 22 kilos. El año pasado, durante la pandemia, los entrenadores del seleccionado siguieron su preparación a través de videollamadas. “Valió la pena hacer el esfuerzo porque ahora tuvo su fruto. Quiero bajar quince kilos más”, sentencia.
Como reza la canción: tarda en llegar y al final, hay recompensa. Y Meke logró coronar ese esfuerzo el sábado pasado en Salta cuando fue titular del equipo nacional que venció por 3 a 1 a un combinado local. No fue el único tucumano en cancha, ya que el partido también marcó el debut de Franco Chazarreta, el delantero de 18 años oriundo de la localidad de Río Seco. El seleccionado de talla baja se prepara para disputar la Copa América en octubre en Lima, Perú: “Tengo unas expectativas tremendas, ojalá que se haga”. Pero el sueño mayor es el mundial de la especialidad que se disputará el año que viene en Buenos Aires. Todavía falta confirmar la fecha, pero el próximo partido preparatorio será en la ciudad de Rosario. Y el defensor tucumano no piensa perdérselo.
“Hay gente que te respeta y gente que no, hay de todo… Así es la humanidad. Nosotros ya estamos acostumbrados a veces a las burlas y todo eso. Hay chicos que a veces no salen de sus casas, tengo entendido que hay muchos chicos de talla baja en la provincia, pero no los conocemos. El futbol nos ayuda a todos anímicamente, nos saca… Es algo muy lindo para nosotros. No importa la edad, pueden ser chicos o chicas. Nosotros no estamos sólo por el fútbol, hacemos encuentros, convivencias… Es algo muy lindo”, reflexiona el joven a quien le tocó vivir situaciones de discriminación por su estatura fuera de su Concepción natal donde todos lo conocen y lo aprecian: “En la escuela me adapté rápido y, gracias a Dios, en los trabajos que tuve mis patrones eran amigos míos. Acá es un pueblo chico y todos me respetan. Me tenían como la mascota de la escuela, todos me cuidaban”.
Meke vive en el Barrio San Martín de Concepción junto a su madre y se dedica a la venta de productos de pastelería junto a su novia, Milagro Luna, con quien se casará a fin de mes. Es hincha de Concepción Fútbol Club, donde hizo las inferiores, y de River. Hace dos años que integra el seleccionado tucumano de fútbol de talla baja y su desembarco en el seleccionado nacional fue el fruto tanto del esfuerzo propio como de la ayuda de sus allegados y seres queridos. El jugador se muestra muy agradecido con todos aquellos que lo ayudaron a cumplir su sueño: “Le debo mucho a Miriam Miranda, la presidenta de la federación de talla baja y a mis compañeros del seleccionado tucumano, gracias a ellos estoy donde estoy. Gracias a Dios tengo amigos que me ayudan, también mi familia y mi novia que siempre está agitándome para que no deje la dieta y que siga con los entrenamientos. Con la noticia de la convocatoria a la selección se ha revolucionado todo Concepción y mi familia está chocha”.
El defensor confiesa que tiene grandes aspiraciones con la camiseta del seleccionado argentino, por eso se entrena tres días a la semana por su cuenta en un gimnasio y tres días junto al seleccionado provincial. Las condiciones de la preparación no son las óptimas y a Meke le gustaría que el equipo cuente con más apoyo: “Estamos entrenando ahora en el Parque 9 de Julio, estamos buscando un club al que se le ablande el corazón y nos preste un lugar para que entrenemos”. También aprovecha la ocasión para invitar a otros jugadores que pueden ponerse en contacto a través de la cuenta de Facebook del seleccionado tucumano de talla baja: “A los que se quieran sumar, les diría que se animen, que tienen que vencer ese miedo, esa vergüenza que tienen. Se pueden comunicar con nosotros y sumarse. Más allá de la competencia, es una experiencia muy linda donde hacemos muchos amigos y donde somos súper unidos”./ElTucumano