Entre las personas a las que contagió, se encontraba su abuelo Luis María Suárez, de 78 años.
El juez decidió un embargo sobre los bienes del joven hasta cubrir la suma de 50.000.000 de pesos .
También ordenó la libertad del imputado y le impuso la obligación de presentarse una vez por mes en el juzgado.
“La actitud adoptada por Torales al concurrir a la fiesta de cumpleaños de quince de su prima, a la que fueron más de cien personas, cuando existía una norma que lo obligaba a estar aislado y no tener contacto con otros individuos, no deja dudas de que propagó la enfermedad que posteriormente se le diagnosticó”, dijo el juez en el fallo.
El acusado volvió de Estados Unidos en 13 de marzo, un día después de que el presidente Alberto Fernández decretara obligatoria la cuarentena para quienes volvieran de países de riesgo.
Allí fue cuando el joven decidió asistir a la fiesta con más de 100 invitados.
El joven aseguró que no podía perderse los 15 de su prima y que la fiesta era “algo único e irrepetible”.
También afirmó que se sentía “en perfecto estado de salud” y que se dio “el gusto de bailar un buen rato”.
Y agregó: “Nunca, jamás, hubiese imaginado que podría resultar ser portador del virus; y menos podría decirse que tuve la menor intención de contagiar absolutamente a nadie; y menos a un a personas que forman parte de mi entorno familiar”.
La causa comenzó después de una denuncia presentada ante la Justicia por la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, al tomar conocimiento que vecinos del distrito estaban internados por Covid-19 luego de haber asistido a la misma fiesta.
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