“Reemplazaron al Niño Dios por Papá Noel”, la reflexión del Obispo de Concepción, José Díaz, sobre Navidad
El Obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción, José Antonio Díaz, expresó cuál es el verdadero significado de la Navidad. Dejó el mensaje de que un mundo mejor es posible, pero que está "en nosotros poder cambiar". "La figura central es Jesús".
– ¿Qué significa la Navidad?
- “Es el nacimiento de Jesús el Salvador que nos trae la paz y sobre todo viene a reconciliarnos con el Padre. En el misterio de la encarnación se une a nuestra humanidad para unirnos a su divinidad y tiende un puente entre Dios y nosotros, por eso la reconciliación está en el corazón mismo de la Navidad y es la fuente de la paz, la armonía, de nuestro auténtico gozo y alegría espiritual por esta razón debe ser vivida en ese contexto profundamente religioso,. Quizás extrañamos que haya perdido este sentido y debido a esto los invito sobre todo a poner un pesebre en la casa, no todas las familias tienen un espacio con el niño Dios. Vi en lugares públicos que se prioriza la figura de Papá Noel y en realidad la figura central es la de Jesús que nos reúne y Dios que se hace hombre en un niño desde la ternura nos atrae y nos invita al encuentro profundo con Él y con el Padre”.
– Una reflexión sobre este 2021
- “Este tiempo difícil tanto por lo sanitario como por la situación socioeconómica de mucha gente por lo menos en estos últimos meses, nos hace sentir la necesidad del encuentro. Y ese encuentro de Dios con nosotros, que se traduce en un encuentro entre nosotros, es una invitación a salir de nosotros mismos, ir al más necesitado. Es una buena oportunidad de invitar a alguna persona que está sola en su casa que no tendrá con quien pasar, también esto de ir juntos como familia a la misa de Navidad en cada barrio, templo en donde se celebre la eucaristía ya sea el 24 a la noche, el 25 o durante los días de Navidad, es una fiesta que si bien es corta, culminará con el bautismo del Señor. Es profundamente familiar, humana, religiosa, es una invitación a recuperar estos valores humanos y divinos a la vez. Por eso yo diría afrontemos las dificultades pero con una espiritualidad más intensa de amor a Dios y a los hermanos”.
– La fiesta de Navidad está muy cerca a la de Año Nuevo, es como que ambas cobraron un matiz más mundano
– “La sociedad de consumo arrasó ciertos valores como mencionamos recién. Al niño Dios se lo reemplazó por Papá Noel o por los regalos, o corremos buscando bebida, comida, música, vestimenta y es una fiesta, pero muchas veces vacía de contenido religioso. Entonces entre una fiesta propiamente religiosa y una fiesta meramente convencional para marcar el fin de un año y el inicio de otro. Hay una enorme diferencia pero es posible que hagamos esta separación y que la nochebuena sea de una alegría de otro tipo, no alegría pagana, que huele a vacío o que suena a lata que en realidad no refleja hondura, sino superficialidad, que produzca en nosotros esa alegría que sólo el encuentro con Dios puede producir. Sin Jesús en el medio, a la fiesta de Navidad le robamos lo fundamental”.
– Un mensaje para finalizar
- “Otro mundo es posible y cada Navidad vemos nacer una humanidad nueva, la humanidad de Jesús y tenemos esperanza de que esto pueda cambiar. Pero la situación no cambiará si nosotros no cambiamos, si no somos nuevos en esta mirada, actitud y en esta tarea de construir un mundo distinto, que sea diferente en mejores relaciones humanas. Se puede notar esta calidad de vida diferente cuando uno mejora la relación entre los miembros de una familia y todos estamos en paz, reconciliados, animados, encontramos que es posible construirlo en nuestra sociedad”. /Vientos Tucumanos