Policiales
Santa Lucia fue escenario del segundo doble crimen con sello sicario que se ve en Tucumán en menos de un año
A medida que avanza la investigación y se acumulan las pruebas, los investigadores se convencen de que el doble crimen de Santa Lucía fue cometido por sicarios, que al igual que lo ocurrido en La Invernada en marzo de 2021, actuaron no sólo para matar, sino también para mandar un mensaje.
En principio, la desaparición de Walter De La Vega el mismo día que su padre Luis Rodrigo «Chano» de la Vega era encontrado calcinado dentro de su camioneta, hizo pensar que el joven de 25 años, quien había discutido con su progenitor poco antes, era el autor del crimen.
Pero el hallazgo de su cadáver con un tiro en el pecho y otro en la nuca, dio por tierra con esa posibilidad y dejó a los pesquisas ante el peor de los escenarios: otra vez, como hace menos e un año, estaban ante un doble crimen marcado por la planificación, la sangre fría y la crueldad.
La zona donde apareció el cuerpo del hijo de «Chano» había sido rastrillada poco antes, lo que indica que los asesinos plantaron el cadáver en el lugar, ya sea que lo hayan mantenido vivo para ejecutarlo allí, o que lo trasladaran ya sin vida, algo que deberán determinar las pericias en el sitio.
Las similitudes con el doble crimen de Víctor Hugo Brito y su hijo, Gonzalo, son sorprendentes. En ese caso fue el mayor quien murió ejecutado tras ser torturado y el menor apareció calcinado dentro de su auto. El suceso sumió en un aterrado silencio a la peueña comunidad de La Invernada, en La Cocha.
Los investigadores, que poco pudieron avanzar en el esclarecimiento, sólo lograron romper el muro de silencio para averiguar que a algunos habitantes de la zona les había llamado la atención la presencia de un auto desconocido, que rondó por las inmediaciones poco antes de la ejecución.
Demasiadas coincidencias como para descartar la posibilidad de que ambos ataques hayan sido perpetrados por las mismas personas, lo que a su vez preocupa, cuando se contemplan los magros resultados de la primera pesquisa.
Sería así un mensaje mafioso para toda la sociedad tucumana, advirtiendo que tenemos entre nosotros a mano de obra especializada en borrar del mapa a quien ose incomodar a aquellos que tienen una actividad y una capacidad de pago que les imponga y permita encargar este tipo de «trabajos».