“Se están llenando de plata y nosotros de enfermedades”: grave denuncia ambiental en un pueblo tucumano
La especialista en Pediatría y Toxicología María Cecilia Travella aseguró en el 2013: “No existen agroquímicos inocuos, sean estos naturales o sean sintéticos”.

En ese sentido es que Marcela Norry, habitante de la comuna de Soldado Maldonado, Monteros, acusa públicamente a una empresa por “graves problemas de salud que han surgido en distintos habitantes de esta comuna rural en la que habitan alrededor de 1000 personas”.
“Yo vivo hace diez años aquí, pero frecuento el pueblo hace 22 años. Trabajé en la comuna, vivo aquí, soy la que padece los dolores de cabeza, y me llama la atención que hagan el trabajo de noche y lo hagan con máscaras”, indica Norry.
Marcela le cuenta a eltucumano que la finca de limones que está pegada a la comuna no mantiene la distancia prudencial reglamentaria que debería con la población: “Creo que son diez metros. Mis quejas siempre han ido a las comunas, y muchos vecinos tal vez se lo toman para el lado político porque yo me postulé para ser delegada comunal, pero esto no tiene nada que ver con la política, yo no quiero postularme y el Delegado ya hizo las presentaciones que corresponden”.
“Yo tengo vecinos que sus hijos convulsionan, me duele ver que haya tantos chicos tirados. El pueblo tiene 1000 habitantes, el porcentaje de discapacidad es mucho: hay convulsiones, epilepsia, personas que necesitan ayuda con oxígeno y que por su condición económica siempre están buscando ayuda de alguien. Ellos se están llenando de plata y nosotros nos estamos llenando de enfermedades”.
La habitante de la comuna perteneciente al departamento Monteros, que es paso obligado a los Valles Calchaquíes cuando se va desde dicho municipio, denuncia que las personas que tienen vivienda en la cuadra del pueblo que está ubicada frente a la finca de limones, presentan distintos problemas de salud que son muy graves: “La primera familia tiene tres personas con convulsiones, y una ya tiene certificado de discapacidad. La casa de al lado tiene una persona más con epilepsia y convulsiones”.
“Al lado de esa casa hay una vecina con problemas de riñones: ya le extirparon uno. En la esquina tenemos otra chica que convulsiona una vez a la semana o cada 15 días, a pesar de que está tomando 15 pastillas por día. Su medicación se valúa en 50 mil pesos. Al lado de esa chica, hay una niña con convulsiones también. Junto a esa casa tenemos un niño que nació con el corazón muy grande, luego otro niño que nació con problemas de riñón. Son enfermedades complicadas que no son genéticas y sus papás no las han tenido, y son todas en las casas que están del lado de las fincas”.
Según Marcela, el olor que hay cada vez que se fumiga es insoportable, al punto de que da un dolor de cabeza muy grande. Un contacto de la denunciante, ingeniero químico, concluyó tras reiteradas veces en las que el olor de los productos de fumigación le llamó la atención, cuáles serían los posibles químicos que afectan a la población: Cipermentina, deltamentrina, o Aldicarb (estos tres son “Pretroides”, que son fácilmente identificables por el aroma similar al orín, el mismo que se puede sentir en Soldado Maldonado cada vez que dicha empresa realiza la fumigación nocturna).
En cuanto al accionar político desde la Comuna, la parte acusatoria cuenta que el delegado Daniel Guanco ya realizó la denuncia correspondiente hace cinco años, pero que la respuesta brindada desde el sector privado no es todavía suficiente, razón por la cual realizan una acusación pública a la empresa, que es además la misma que le da trabajo a mucha gente de la zona, por lo que se hace tan complicado el reclamo.
“Queremos que venga una persona que no pertenezca a la empresa, que venga una persona neutral, y que haga un análisis real de la situación y de la salud de la gente. Alguien con valores que no defienda a una empresa que se llena de plata, alguien que nos dé una respuesta. Queremos saber si efectivamente es un producto orgánico o el problema es de ellos. Estoy convencida. Mi perrita tiene convulsiones, comenzó a sufrirlas cuando lo mudé a Soldado Maldonado, antes no le pasaba esto”.
Norry aseguró también que, desde la empresa privada, el ingeniero químico que allí trabaja aseguró que los productos que utilizan para hacer las fumigaciones son naturales: “El olor es impresionante, no me pueden decir que no es veneno, ellos están todos enmascarados y cubiertos. En la empresa hacen el planteamiento y el mismo ingeniero nos informa que es todo orgánico. Últimamente son muy agresivos, cada vez más agresivos”.