La Secretaria de Educación de Yerba Buena, Victoria Disjardins, confirmó la iniciativa durante el acto de inicio del ciclo lectivo de la escuela primaria. “La idea es que los chicos y los docentes dejen sus teléfonos en una caja colocada en cada escritorio al ingresar al aula”, explicó. “Vemos el uso excesivo de estos dispositivos como una adicción, y queremos tratarlo como tal, promoviendo la abstinencia durante las clases”.
La medida ha generado diversas opiniones. Mientras algunos padres aplauden la iniciativa, preocupados por el impacto del uso excesivo de dispositivos en sus hijos, otros se muestran más reticentes, principalmente debido a la preocupación sobre la comunicación con sus hijos durante el horario escolar. “No es que los chicos no podrán acceder a sus teléfonos durante el día. Durante los recreos, podrán recuperar sus dispositivos y comunicarse con sus familias si es necesario”, aclaró Disjardins.
Además, la secretaria señaló que esta decisión se tomó después de observar situaciones preocupantes en las aulas, como estudiantes transmitiendo en vivo durante las clases o realizando apuestas en línea. “La prohibición no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para mejorar el ambiente educativo y mitigar el uso abusivo de los celulares”, agregó. /El Ocho