Argentina pidió a EEUU y la OEA el fin de las sanciones económicas y bloqueo contra Cuba y Venezuela
El canciller de la Argentina, Santiago Cafiero, reclamó que se termine con el bloqueo y sanciones económicos sobre Cuba y Venezuela y criticó con dureza a la Organización de los Estados Americanos. El discurso fue escuchado por el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y el titular de la OEA, Luis Almagro, a quien apuntaban, en particular, los cuestionamientos.
De todos modos, el ministro de Relaciones Exteriores reconoció que no va a haber consenso para que se incorpore el pedido de la comitiva rioplatense al en el documento final. El funcionario apunto que EEUU y la OEA forman parte del grupo que está a favor de continuar con esas políticas punitivas que reprueba el Gobierno de Alberto Fernández .
Argentina llevó a la Cumbre de las Américas la propuesta de abrir espacios de diálogo, dijo Cafiero a los pocos corresponsales invitados a seguir la nueva gira presidencial. En ese contexto, Joe Biden se comunicó con Juan Guaidó, quien ostenta el extraño cargo de «presidente encargado» de Venezuela, y le refirió la idea de «calibrar sanciones». El mandatario de la primera potencia mundial reafirmó que su país está dispuesto a calibrar la política de sanciones, «según lo informado por los resultados de las negociaciones que empoderan al pueblo venezolano para determinar el futuro de su país”.
“La equidad es, más que nunca, la base de la estabilidad política, de la democracia profunda y de la armonía en las relaciones internacionales. Por esto, el compromiso sobre gobernabilidad democrática que se ha trabajado en esta cumbre, no podrá alcanzarse si persisten las sanciones y medidas unilaterales que aún se llevan adelante en nuestra región”, proclamó el jefe del porteño Palacio San Martín, y agregó que: “los hechos vislumbran que han fracasado y solo han generado sufrimiento en la población” (…) “Repartir sanciones y bloqueos van en la dirección contraria a la búsqueda de herramientas efectivas para combatir la desigualdad”, enfatizó.
El Canciller subrayó que las instituciones que promueven la integración regional, como la OEA, “equivocan el camino”, y apuntó que «la Organización de Estados Americanos no debe nunca más legitimar procesos de desestabilización, no debe verse involucrada en un golpe de Estado, como recientemente sucedió en Bolivia, debemos dejar atrás esas tristes páginas de la historia”.
Como presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, tanto Cafiero hoy como el presidente Fernández buscarán en las próximas horas marcar las distancias entre ambos organismos multilaterales. “La CELAC tiene un mecanismo de diálogo que la OEA no tiene, nosotros respetamos todas las opiniones, la institución así cómo está es una institución que no tiene futuro”, expresó el madamas de las Relaciones Exteriores, quien, más allá de las diferencia, adelantó que la Argentina no se va a retira del organismo que lidera el ex canciller del Uruguay.
En el cónclave que encabezó Blinken, los distintos cancilleres debatieron sobre los cinco Proyectos de Compromiso Político propuestos por el país anfitrión: Plan de Acción Interamericano sobre Gobernabilidad Democrática; Nuestro futuro verde y sostenible; Plan de Acción sobre Salud y Resiliencia en las Américas; Programa Regional para la Transformación Digital; y Acelerando la Transición hacia la Energía Limpia. Además se han sumado dos iniciativas adicionales: Proyecto de Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección y Proyecto de “Declaración de la IX Cumbre de las Américas sobre Buenas Prácticas Regulatorias”.
Con Cafiero estuvieron presentes el jefe de Asesores de la Presidencia, Juan Manuel Olmos; la jefa de Gabinete de Cancillería, Luciana Tito; el subsecretario de Asuntos de América Latina, Gustavo Martínez Pandiani; y el embajador argentino en OEA, Carlos Raimundi.
Una vez en Los Ángeles, antes de exponer, Cafiero afirmó que la Cumbre de las Américas puede ser una gran oportunidad para Alberto Fernández. Eso fue dicho en el marco en que las ausencias de varios mandatarios, tal el caso del mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el uruguayo, Luis Lacalle Pou, Luis Arce de Bolivia, y la hondureña, Xiomara Castro, entre otros.
Según las usinas comunicacionales del denominado albertismo, «se abre una oportunidad para erigirse como un líder en la región. Es por eso que, pese al malestar que causó el veto del presidente de Estados Unidos para que participaran Cuba, Venezuela y Nicaragua, el jefe del Estado, no oficiará como la voz de los excluidos, sino que planteará un modelo de integración diferente».
Más allá de estas apreciaciones sesgadas, vale decir que AMLO dejó entrever en su clásica rueda de prensa matutina, un visible fastidio con Alberto Fernández, porque a último momento anunció que viajaría a la Cumbre y lo dejó expuesto ante su reclamo a la Casa Blanca por la no invitación a todos los países de América Latina.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento nacional argentino para FM Concierto 105.5