Comienza una de las semanas más complicadas para el gobierno de La Libertad Avanza
Ante la ausencia, por el momento, de un nuevo acuerdo con el FMI y giros frescos para encarar la tan ansiada salida del cepo, desde Balcarce 50 ahora afirman que el dinero saldrá “de la liquidación de la cosecha y la compra de dólares que hace el Banco Central todos los días”. Sin embargo, los productores tienen frenadas sus exportaciones a la espera de nuevas medidas que incrementen sus ingresos. “Los dueños de la soja son ellos”, dijo uno de los asesores gubernamentales, y agregó que “no vamos a ir con un chumbo para que liquiden lo que tienen en las silobolsas”, justificando la situación al aducir que “ahora hay un atraso por las lluvias”.
Lo cierto es que desde la Sociedad Rural -pese al apoyo que le está dando a la administración libertaria- manifiestan lo que más ofusca a Javier Milei: que digan que “hay atraso cambiario”. Por eso desde su entorno expresan que “no se entiende por qué critican. Tenían el tipo de cambio a 400 pesos en diciembre y ahora lo tienen a $ 900 ¿Qué más quieren?”, replican en nombre del jefe de Estado.
Los estrategas de La Libertad Avanza saben que para que el modelo de inversiones que promueven empiece a funcionar debe haber asuntos resueltos lo antes posible. La regulación cambiaria es uno entre tantos otros inconvenientes. Sin el plan de gobernanza oficialista aprobado en el Congreso y con una conflictividad social que empieza a mostrar síntomas preocupantes el escenario se complica. Las movilizaciones permanentes, las huelgas sectorizadas y los paros generales no colaboran en nada a la hora de planificar lo mínimo indispensable.
En Casa Rosada ya tomaron nota del asunto, pese a que el presidente prefiera jugar por afuera de la política, es su hermana Karina Milei (secretaria general de la Presidencia), el ministro del Interior Guillermo Francos, Nicolás Posse (jefe de Gabinete) y el principal consejero de todos, Santiago Caputo, quienes abren el espectro y tratan de conseguir a través de la vía de la negociación lo que Milei preferiría obtener mediante la presión de los números financieros positivos. “Las dos cosas tienen que ir de la mano, sino estamos caminando en una cinta, no avanzamos”, expresó uno de los hombres que merodea la mesa chica del poder.
Frente a este panorama, la jerarquía gubernamental rediseñó la táctica, asumió que el Pacto de Mayo será un acto simbólico que tendrá como principal finalidad resaltar los diez puntos que el primer mandatario anunció el 1 de marzo en la apertura de sesiones ordinarias sin depender de la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal. “Las reformas son una cosa más del cambio que proponemos bajo las ideas de la libertad”, replicó el vocero Manuel Adorni, bajándole el tono a la ya desmoronada ansiedad de llegar al 25 de este mes con el tema parlamentario cerrado, algo que no pocos preveían, era una entelequia.
Desde la vereda de enfrente -pero abiertos al diálogo- los analistas alineados al denominado “peronismo republicano” hicieron esta semana una observación cuando pisaron alejados de las cámaras la sede del PEN. “El error estuvo en no establecer esos diez conceptos bajo un consenso previo con el resto de los sectores. Los pactos, como el de la Moncloa, se alcanzan de abajo hacia arriba y no al revés”, aseveró uno de los diputados de Hacemos Coalición Federal a FM Concierto y El Litoral.
Es por eso que observando el clima social, Miguel Ángel Pichetto, viró su relación con el Gobierno y condicionó el respaldo a las iniciativas oficialistas exigiendo que se garantice una reforma laboral de baja intensidad. El histórico legislador que fue alfil del menemismo, del kirchnerismo y del macrismo –y conoce demasiado el paño- también solicitó poner el ojo sobre los abruptos recortes en materia de ayuda social.
El actual diputado viene predicando hace años contra lo que él denomina “el pobrismo” y “los gerentes de la pobreza”, pero no escatima en hacer uso del pragmatismo si ve que se enturbia la atmósfera callejera. El rionegrino es uno de los principales activistas contra el “que se vayan todos”. Cada vez que ha percibido que el eslogan del 2001 empieza a reflotar por medidas que rozan el límite de ingresar en el peligro de las discordias sociales que se pueden ir de control, no ha tenido pruritos es decir a sus interlocutores del poder: “No jodan con eso porque se les va todo a la m…”. Una frase que rescató del anecdotario pichettista -para este diario- uno de sus compañeros de bancada.
En el contexto de lo que se aprobó con media sanción en materia del trabajo en la Cámara baja y la contracara de la pirotecnia pública entre el Gobierno y la CGT suena raro escuchar de boca de varios dirigentes libertarios una frase de Néstor Carlos Kirchner: “Miren lo que hago y no lo que digo”. Pareciera que una fuerte dosis de sentido práctico ha invadido al palacio gubernamental. “Está claro que la coyuntura así lo amerita”, reconoce un alto colaborador ministerial que en varias ocasiones ha dicho, “miren, nosotros no venimos de la política y estamos aprendiendo, de eso se trata el cambio…”.
Los cuestionamientos de Adorni a la última medida de fuerza cegetista y sus factótums fueron muy duros, pero no se reflejan, al menos hasta ahora, contrarios a los intereses objetivos del sindicalismo. Consultado por este medio el vocero declaró que “el paro fue un absoluto fracaso” y que “debió funcionar como un acto revelador para un sindicalismo que el 75 % o el 80 % de la gente los desprecia como dirigentes sindicales. Así que…, que tomen nota, que tomen nota de lo que pasó ayer. Creo que nos va a hacer muy bien a todos”.
A días del tratamiento en el Senado de las normativas que impulsa el Gobierno, en la Rosada tuvieron que volver a desmentir que haya problemas en la relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel. La vicepresidenta recibió este viernes en su despacho al ministro coordinador Nicolás Posse. Fue con el objetivo de organizar la exposición que el funcionario hará por primera vez en el recinto para dar su informe de gestión este miércoles 15/05. Lo hace en medio de algunos chisporroteos con Karina Milei por cuestiones de gestión, en los que ella va tomando cada vez más protagonismo y decisión con Eduardo “Lule” Menem y -como lo llaman en el edificio gubernamental- “Santiaguito” (Caputo).
Por lo pronto, y mientras se desenvuelvan estos acontecimientos, el presidente Milei estará emprendiendo otro viaje internacional, en este caso a España donde participará de un acto partidario de la agrupación VOX que se desarrollará el 18 y 19 del corriente. Un mes más tarde, el mandatario, si no hay cambios, retomará su agenda cuando vuelva a Europa con el propósito de participar del G7 en Borgo Egnazia, Italia, que va a sesionar entre el 13 y el 15 de junio. En Roma se verá con la primera ministra Giorgia Meloni.
Una semana después se hará presente otra vez en España para ser premiado por el Instituto liberal Juan de Mariana por “su defensa a las ideas de la libertad”, esto será el 21 de junio. Queda abierta la puerta a una visita a Kiev, luego de la entrevista virtual que Milei mantuvo este viernes con su par ucraniano, Volodimir Zelenski, donde según informó la Portavocería se pasó revista a la situación actual en el conflicto bélico con Rusia, y desde fuentes extraoficiales se supo que se está organizando una cumbre de paz en respaldo a ese país que solicita más ayuda de la OTAN, organización que la administración de LLA quiere integrar para potenciar su perfil occidental y de alianza con Estados Unidos e Israel.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento de la República Argentina para FM Concierto 105.5