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Crece la incertidumbre sobre las restricciones que impondrá el Gobierno nacional para frenar los casos de Covid-19

Ya pasaron dos reuniones de Nación, Ciudad y Provincia de Buenos Aires en Casa Rosada, de las que sólo salieron filtraciones e indicios que arrojaron públicamente ministros del área de Salud, como la funcionaria a nivel nacional, Carla Vizzotti, y el porteño Fernán Quirós. Los rumores y off the récords que se reflejaron mediáticamente giran en torno a las diferencias que existen a la hora de determinar restricciones.

En ese espacio, casi adivinatorio, también está en discusión el formato con el que se van a tomar las medidas que se deben anunciar cuanto antes, debido a que el grado de incertidumbre y estrés que sufre la población aumenta horas tras horas y día tras día.

Mientras el presidente Alberto Fernández sigue aislado desde el sábado pasado en la Residencia de Olivos, después del test positivo de Covid-19 que tuvo en la noche del viernes, los encuentros entre los jefes de gabinete y titulares sanitarios de los tres distritos del Área Metropolitana de Buenos Aires no alcanzaron consensos sobre los límites que se impondrán en materia de circulación, transporte y cierre de actividades sociales.

Desde la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, pretende un esquema duro de normativas que se extiendan por unas tres semanas. El Poder Ejecutivo avala la moción en ese conglomerado urbano donde existen 35 municipios, que en caso de tener resistencia por parte de sus comerciantes u otros rubros perjudicados, tiene a sus ediles para coordinar controles y posibles (o necesarias) flexibilizaciones, llegado el caso.

La situación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es totalmente diferente. Las 15 comunas porteñas están bajo el control del principal dirigente opositor a la administración del Frente de Todos, Horacio Rodríguez Larreta de Juntos por el Cambio, quien tiene mucho más que perder si las iniciativas que proponen desde la administración central para el AMBA generan rechazo y la destrucción de más puestos de trabajo por la perdida de comercios y otras actividades, algo que se verifica con sólo transitar cualquier parte de la zona céntrica o los barrios de la CABA.

Lo cierto es que por ahora, y a causa de no tener un acuerdo con Larreta, aunque algunos afirman que habría posibilidades de acercar posiciones hasta última hora, todo indicaría que el jefe de Estado local firmaría un Decreto de Necesidad y Urgencia que regiría para todo el país, donde a grandes rasgos se impondría una restricción de circulación total entre las 22 (o 23) a 6 de la mañana (esto incluye otro freno en la actividad gastronómica y locales de otros sectores), que el transporte público quede sólo habilitado para los trabajadores esenciales, docentes y alumnos (ya que las clases presenciales con protocolo se mantendrán), todo esto requeriría la reactualización de los permisos para circular bajo la aplicación Cuidar, y evitar reuniones sociales fuera de las burbujas familiares.

Recordemos que este viernes vence la prórroga del DNU de Aislamiento y lo que se defina no puede superar el fin de esta semana, otra presión que complica y genera una sensación de improvisación que preocupa a todos los argentinos.

Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada para FM Concierto 105.5

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