Policiales

Denunciaron su secuestro, pero lo habían detenido por un robo

La familia de Franco Sebastián Fernández (32) vivió varias horas de zozobra por lo sucedido cuando llegaba a la casa de su hermana, en el cruce de las calles de Güemes y Eudoro Aráoz, al sur de la capital.

El hombre fue cercado por dos motoristas y por los ocupantes de una camioneta negra, escena que fue presenciada por su sobrina de 13 años, que no alcanzaba a entender lo sucedido.
La menor puso de inmediato sobre aviso a su madre, María Fabiana Prado, diciendo que alguien acababa de llevarse a su tío a bordo de una camioneta.

La mujer llamó de inmediato al Sistema de Emergencias 911, desde donde se pidió la intervención de personal de la seccional 13ª para que indagara sobre el presunto secuestro, ya que Fernández no tenía orden de captura alguna, al menos hasta ese momento.

Prado, según se desprende de un parte oficial, dijo que “su hija de 13 años lo vio y que Fernández le pedía ayuda, ya que lo estaban golpeando dos hombres grandes con barba”.
La menor le había aludido también a “que cuando la camioneta arrancó se fue en dirección a la avenida Colón y que la Motorizada estaba en el lugar viendo la situación y que, aunque se fueron a otro lado, ellos también vieron cuando lo llevaron y lo golpearon: no hicieron nada y tampoco preguntaron qué pasaba”.

 

La preocupación de la mujer fue en aumento cuando -según contó- en la seccional 13 y en la Brigada le dijeron que Fernández no había sido trasladado a ninguna de esas dependencias, por lo que temía que fuera víctima de un secuestro.
Hasta en el Servicio de Emergencia hubo averiguaciones en ese momento y constató esa información: Fernández no estaba registrado como detenido en ninguna dependencia ni en la sede de la División General de Investigaciones hasta ese momento, detallando también que el personal policial no se movilizaba en camionetas negras.

Varias horas pasaron desde el presunto rapto hasta que el 911 pudo confirmar que Fernández había sido aprehendido, acusado de hurto, por efectivos de la Dirección General de Prevención Ciudadana que actuaron respaldados por motoristas.

Según la denuncia, el hombre había entrado a la casa de una mujer de 56 años, en el barrio Néstor Kirchner, al sur de la capital, fue sorprendido por el personal que lo detuvo y emprendió la fuga, pero terminó siendo detenido a pocos metros de la puerta de la casa de sus familiares, donde se produjo el confuso episodio.

Tras privarlo de la libertad, le secuestraron dos camperas negras de tela sintética que habría pretendido sustraer.

Según se reportó, Fernández fue trasladado a la sede de la Dirección General de Prevención Ciudadana, donde le tomaron sus datos y se formalizó del procedimiento y se comunicó a la Unidad Fiscalía de Robos Y Hurtos III, a cargo de Carlos Picón, que avaló la detención.

Mientras se desarrollaba el trámite, los uniformados que participaron del operativo de búsqueda no estaban enterados de la rápida denuncia de la familia del detenido, que suponía estar ante un secuestro.

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