Devaluación e Inflación: El cóctel que reduce las chances lectorales de Sergio Massa
Debido al fuerte impacto que tuvo la generalización del impuesto a las importaciones que decidió Sergio Massa junto a la devaluación del 22 por ciento luego de la derrota en las primarias que aceleró los precios, la inflación en la Argentina fue la más en 32 años, desde 1991. El Indice de Precios al Consumidor oficial en el pasado mes de agosto dio 12,4%, llegando a los dos dígitos. Con un interanual de 124,4 y un acumulado en ocho meses de este año de 80,2%.
En abril de 2002 llegó a 10,4%, después de que el país salió de la convertibilidad en la que 1 peso equivalía a 1 dólar. En el ’91 el IPC había marcado 27%.
La medición núcleo, que es la que elimina valores estacionales y regulados, mostró una suba de 13,8%. Los precios de los alimentos se dispararon 15,6%. Se incrementaron por las alzas en las categorías Carnes y derivados, y en Verduras, tubérculos y legumbres. Le siguieron Salud (15,3%) –por altos aumentos en los medicamentos– y Equipamiento y mantenimiento del hogar que trepó al 14,1%, un valor atado al valor de la moneda estadounidense.
En los últimos 15 días del mes, se espera que septiembre muestre también otra variación de dos dígitos. Ese índice se publicará el 12 de octubre. Aunque el Fondo Monetario Internacional espera una inflación promedio de 115% para este 2023, que casi el doble estimado por el Ministerio de Economía en el presupuesto de este año, los analistas privados prevén un acrecentamiento de entre 150% y 190% para el próximo mes de diciembre.
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina (BCRA) estimaba un 140,9% interanual para este 2023. Ese informe, por decisión de Hacienda, se publicó con datos previos a la devaluación del lunes posterior a las elecciones internas.
Los datos de las consultoras y las mediciones públicas adelantan un importante topetazo para el bimestre agosto-septiembre, que sumará casi un alza de 25% en los precios. De hecho, el índice de inflación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pegó un salto de 10,8% el mes pasado, la misma variación que había previsto la inflación de los trabajadores medida por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
El número oficial de la provincia de Córdoba había adelantado un preocupante 12,15%. Por otro lado, la canasta alimentaria en Rosario,(Santa Fe) se disparó un 25,8% en el mes, por la gran aceleración en el precio de las verduras, el pan y la carne, en base a las mediciones de la Universidad Nacional de Rosario.
El titular de la cartera de Hacienda culpó por estas cifras al FMI. Una mecánica que es un clásico en la administración del ex Frente de Todos. El propio presidente Alberto Fernández, que en su etapa final del mandato se dedica sólo a viajar, niega errores en su gestión y justifica su paupérrima gestión haciendo cargo de los problemas que se intensificaron estos casi cuatro años de gobierno al endeudamiento, la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, la sequía, y ahora las inundaciones que promete El Niño.
Pese a la intensa maratón de anuncios que viene haciendo el ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa, estos guarismo carcomen aún más sus posibilidades de ingresar al balotaje, y en su defecto -aunque lo consiguiese- de ganar los comicios definitorios para llegar a la Casa Rosada.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento de la República Argentina para FM Concierto 105.5