El espionaje a jueces de la Corte puso al descubierto una megaoperación de inteligencia al amparo del kirchnerismo
La detención del expolicía Ariel Zanchetta, señalado por la Justicia como agente inorgánico de la AFI, fue la pista que permitió descubrir una megamaniobra de espionaje con 1196 informes de inteligencia sobre miles de objetivos, incluidos, el presidente Alberto Fernández, los candidatos a presidentes Sergio Massa y Javier Milei, periodistas, políticos, jueces, sindicalistas y hasta religiosos realizadas desde hace casi 10 años, que incluyen la elaboración de informes con datos íntimos, de orientación sexual, propiedades o filiación política, cámaras ocultas y hasta el uso de drones.
Dice Zanchetta en una especie de currículum que transcribe textualmente el fiscal: “En el año 2009 le comienzo a trabajar esporádicamente a el sub mayor Pereyra Joaquín ya que a este me lo había presentado el Subcrio bonaerense Dipiuppo, Ariel. Le hacia trabajo de campo e info a la vieja usanza ya que cuento desde hace largos años contactos a todos niveles y una red de informantes desde que trabaje en el área de inteligencia de la Policia Federal en Capital Federal desde principios de los 90 con políticos, jueces empresarios periodistas y funcionarios de toda índole. Eso le intereso mucho a Pereyra donde me reclutó como inorgánico ya que vio la info que manejaba y su veracidad así le trabaje hasta que empece a trabajar a full thame (sic.) desde a mediados del 2010 donde se armo un equipo de tareas se integraba con subcrio ariel difilippo, Pereyra, Joaquín, Raitano, diego por parte de Pocino y Milani, Gerardo”.
Fuentes judiciales dijeron que la evidencia hasta ahora señala a supuestos sectores del kirchnerismo en la AFI como quienes encargaban los trabajos realizados por Zanchetta.
Los allanamientos y peritajes realizados hasta ahora en la causa señalaron que el expolicía intercambiaba mensajes con el diputado ultrakirchnerista Rodolfo Tailhade, exfuncionario de la AFI durante la presidencia de Cristina Kirchner, y con el vocero de La Cámpora Fabián “Conu” Rodríguez, expresidente de Télam y actual directivo en la AFIP.
En ese rol de espía inorgánico o cuentapropista, Zanchetta realizó tareas de inteligencia para tres agentes de la AFI, cuyo nombres están transcriptos en el dictamen de Pollicita, pero fueron tachados en la versión pública para no revelar sus identidades, lo que está prohibido por la ley de inteligencia. Zanchetta hizo de todo: armó informes patrimoniales, sexuales, políticos de políticos y empresarios, cámaras ocultas donde hasta registró a un exministro, según relata Pollicita.
Entre los espiados con cámaras ocultas está el fallecido exministro de Transporte Mario Meoni. “Se observa la grabación de una reunión en un bar, en la que se registra una conversación de 15 minutos con quien pareciera ser el exministro de Transporte de la Nación, Mario Andrés Meoni, sobre quien también se hallaron distintos ‘informes de inteligencia’”, dice el dictamen de Pollicita. Meoni fue intendente de Junín, la zona donde opera Zanchetta.
El espía expolicía “caminó” a decenas de “blancos”, sacó fotos, obtuvo registros migratorios, entre otras tareas. En el expediente se reproduce un informe sobre el concejero de la Magistratura Miguel Piedecasas, informes sobre propiedades y vehículos y un documento que menciona cómo supuestos agentes de la policía de la provincia de Buenos Aires colocaron un dron para espiar movimientos de Sergio Massa en un acto, cuando era candidato por el Frente Renovador, en 2015, enfrentado entonces con el kirchnerismo. Dos años atrás, la casa de Massa sufrió un asalto misterioso, en manos de un prefecto, que el candidato siempre vinculó con un operativo de espionaje ilegal.
Según el dictamen fiscal, Zanchetta proporcionó información sobre determinados intendentes y pistas sobre si iban a apoyar a Daniel Scioli como candidato en 2015. También otros datos que no son reproducidos en el dictamen, y son mantenidos en secreto, para no invadir la intimidad de los espiados ni revelar preferencias sexuales o aventuras amorosas, con los que buscaban desacreditarlos.
Entre 2009 y 2015, Zanchetta reunió en su notebook Toshiba documentos sobre intervenciones telefónicas ilegales, interceptación de correos electrónicos, utilización de drones y obtención de fotografías.
El dron de Massa y “la side” de Scioli
Uno de los archivos se llama “418555-TIGRE DRONE MASSA.docx” y el otro “414530-RESERVADO ESPIONAJE ILEGAL LA SIDE BONAERENSE”.doc, en los que se describe supuestas operaciones de espionaje en el año 2014.
En la computadora de Zanchetta hay, además, 19 videos donde el expolicía registró y grabó, “en forma subrepticia y solapada”, reuniones en un bar o un local político partidario. Se identificó “a dos funcionarios públicos” y existen filmaciones en donde el acusado realizó una cámara oculta en el interior de una delegación policial, en la que registró el rostro de distintos funcionarios policiales. Además, infiltrándose en una conferencia o acto político, “captó en imágenes su asistencia a dicho evento y la identidad de los expositores. Así filmó al exintendente de Junín Mario Meoni y al actual, Pablo Petracca.
Se menciona también un informe titulado “359114-V1NCULOS FAMILIARES DE AMADEO.docx” con datos sobre un grupo familiar amplio de su “objetivo” Eduardo Amadeo, que comprendió a su esposa, su hijo, su nuera, su sobrina, el esposo de su sobrina, el cuñado de la sobrina, el sobrino político, su prima y su yerno.