Revelan que el novio de Tamara Pettinato usaba una casona de la PSA para hacer fiestas
Después de que se abriera un sumario en la Policía de Seguridad Aeroportuaria por tratamiento VIP a Tamara Pettinato en los aeropuertos, ahora revelaron otro detalle escandaloso de la gestión pasada de la PSA. Se trata de una casona de Martínez que expropiaron a los narcos y que Alberto Fernández entregó a esa fuerza cuando la lideraba José Glinski, el novio de la panelista grabada en la Casa Rosada. Debía estar destinada a la capacitación. Según las revelaciones, la usaban para armar fiestas.
La casona se encuentra en la General Alvear 1193, a media cuadra de avenida del Libertador y a tres del río, en San Isidro, unos 4 kilómetros al norte de la Quinta de Olivos. Hasta 2017 perteneció al clan Loza, una banda narco dedicada al tráfico de cocaína que cayó en 2017. Fue como parte de la «Operación Cambalache».
«Se desbarató una banda de carácter trasnacional», dijo por entonces Patricia Bullrich, ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri. El operativo apuntó al blanqueo de dinero, con medio centenar de autos -alguno de lujo que siguen siendo subastados- y una decena de inmuebles. Todos esos elementos pasaron a manos del Estado después de una demanda de extinción de dominio.
Una de esas viviendas del clan narco era la de la calle General Alvear, de Martínez. Una propiedad de 1.325,99 metros cuadrados que los vecinos denominaban en los últimos tiempos como «Mansión Playboy», según las revelaciones de la periodista Mercedes Ninci. Aunque también la confundían con una casa tomada.
El predio, con parque y pileta, fue entregado a la Policía de Seguridad Aeroportuaria, ya con Alberto Fernández en la Casa Rosada. Al frente de esa fuerza se encontraba el actual diputado José Glinski. Es, además, la pareja de Tamara Pettinato.
En una primera instancia, el 21 de diciembre de 2020 fue entregada en «custodia provisoria gratuita» por la Agencia de Administración de Bienes del Estado, en cuyas manos había quedado después de la expropiación. El 26 de marzo de 2022 se asignó en uso al «Ministerio de Seguridad – Policía de Seguridad Aeroportuaria».
«Con el objeto de destinarlo a vivienda de servicio para el personal de esa Fuerza de Seguridad», aclaraba la Resolución 65/2022 de la Agencia de Administración de Bienes del Estado. Específicamente, se iba a utilizar para capacitar a los integrantes de menor rango.
Los testimonios que recogió la periodista Ninci, en cambio, muestran una situación diferente. Los vecinos, dijo, estaban «hartos del descontrol» y tenían «miedo». Hablan de fiestas a todo volumen que habría organizado los fines de semana la fuerza liderada por Glinski.
Relataban que en su paseo por el lugar veían movimiento constante de patrulleros y policías que entraban y salían de la casona. «Pensé que la casa estaba tomada», dijo una lugareña.
En el lugar debía haber un registro de los ingresos y egresos. Pero, al parecer, esa información no quedó sentada en ningún lugar. «Había una orden de comisionado general Maximiliano Lencinas para no hacer órdenes de servicio cada vez que había movimiento en la casita Playboy», apuntó Ninci en Radio Mitre.
Se trata de un nuevo escándalo que involucra a la PSA y que se desprende de los videos que Alberto Fernández grabó con Tamara Pettinato en la Casa Rosada. El anterior fue el sumario interno que abrieron las nuevas autoridades de la Policía de Seguridad Aeroportuaria para determinar quién autorizó los viajes en una camioneta de la fuerza de Pettinato antes, durante y después de la pandemia del Covid-19. /Clarín