Si todavía sos fumador, prepárate a lo que se viene!
Como ocurrió durante el primer tramo de la cuarentena definida por el Gobierno para combatir el Covid-19,
Massalin Particulares dejará de producir cigarrillos, por lo menos hasta el próximo 17 de julio, cuando debería finalizar el nuevo período de aislamiento social estricto establecido para la zona del AMBA compuesta por la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires (GBA).
Así lo admitieron desde la compañía dueña de marcas como Marlboro, Philips Morris y L&M, entre otras, en donde además aclararon que suspenderán sus actividades para el mercado interno.
La decisión afectará las operaciones de su planta ubicada en la localidad bonaerense de Merlo, en donde Massalín elabora sus marcas y presentaciones que luego se distribuyen y comercializan en todo el país.
Según fuentes de Massalín Particulares, el establecimiento solamente «permanecerá operativo para producir las marcas y presentaciones de exportación».
De todos modos, y a diferencia de la primera etapa de la cuarentena cuando sufrió un fuerte desabastecimiento por la extensión de las medidas de aislamiento, ahora desde la compañía líder del mercado aseguran contar con stock suficiente como para hacer frente a este nuevo período de estricto cepo sanitario.
De todos modos, advierten que el nivel de abastecimiento dependerá de la dinámica del mercado, teniendo en cuenta que la zona del AMBA representa más de la mitad del market share de la compañía.
Los riesgos, más que nada sobrevuelan sobre la demanda de sus principales etiquetas como son Marlboro, Philip Morris y Chesterfield, y también con lo que pueda ocurrir después del 17 de julio.
De hecho, en la empresa admiten no poder garantizar el total abastecimiento si luego de esa fecha se extiende el período de cuarentena estricta que los obligue a extender su parálisis productiva nuevamente.
Con respecto a British American Tobacco (BAT), la otra jugadora importante de la industria de cigarrillos el escenario es diferente al de Massalin Particulares.
BAT, que fabrica Lucky Strike, Rothmans y otras marcas, continuará con su producción de manera normal como ya lo viene haciendo desde el 11 de mayo pasado, cuando el Gobierno incluyó a las tabacaleras entre las empresas exceptuadas de la cuarentena.
La ex Nobleza Piccardo tiene centralizada en Pilar su producción y se beneficia por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que en esta oportunidad permite la continuidad de las operaciones que se lleven a cabo en parques industriales como el de esa localidad bonaerense.
«Podrán seguir operando las industrias que ya habían sido habilitadas: las esenciales (alimentación, medicamentos, equipamiento médico, etc.); las que operan dentro de parques industriales o zonas industriales planificadas; las de proceso continuo; las vinculadas a los sectores de exportación», se aclara en el DNU.
También se advierte que en todos los casos deben seguir ofreciendo transporte particular a sus trabajadores y contar con protocolos sanitarios especiales.
Pero además de estar protegida por los lineamientos oficiales, BAT cuenta con el aval del municipio de Pilar que se encuentra en otra fase menos restrictiva que la que comienza a encarar la zona del AMBA.
En igual situación se encuentran las fabricantes de menor peso en el mercado como Tabacalera Sarandí (habilitada a trabajar desde mediados de mayo), ubicada en la localidad bonaerense que le da nombre a la compañía.
Fuentes de la firma aseguran que la continuidad productiva se debe a la necesidad del gobierno que comanda Axel Kiciloff de mantener las industrias permitidas con todo tipo de protocolos de seguridad e higiene, sin transporte de personas en servicios públicos, en un 60% siempre y cuando el personal que trabaja sea de la localidad o zonas aledañas para que no haya contagios.
«Se prioriza la seguridad y se intenta mantener la industria, la producción, donde no hay flujo de personas, cumpliendo todo tipo de protocolos, sobre todo en Provincia de Buenos Aires y para todo tipo de empresas como automotrices, agro alimentarias, servicios, logística» argumentan desde la empresa.
El objetivo, agregan, es afectar lo menos posible a la industria productiva cumpliendo los muy estrictos protocolos de seguridad para aislar contagio, sin transporte y solo para horarios laborales.