Policiales

«Venían de todas partes a comprarle bollos»: Don González tenía 74 años y lo mataron en un asalto

Ocurrió este viernes por la noche en la intersección de las calles La Rioja y Miguel Ángel Torres. Esta mañana detuvieron a la pareja que le disparó 5 veces y terminó con su vida.

“Ya vengo”, le dijo Don González a su nieta Marisol, de 28 años antes de que una pareja de asaltantes lo sorprendiera en la oscuridad para robarle el celular y le disparara unas 5 veces. El hombre de 74 años, famoso en el barrio por vender los bollos y las tortillas más ricas de la zona, se dirigía el pasado viernes por la noche, a la casa de una de sus hijas que vive a unas pocas cuadras de distancia de la suya.
“Hace media hora han avisado de la Comisaría que atraparon a la pareja que mató a mi abuelo. Ha intervenido la fiscalía de homicidios”, relata Marisol Maidana, en diálogo con eltucumano.com.
Don González y su esposa se trasladaron desde el campo a la ciudad hace muchos años para buscar un “cambio de aire”. Fueron de las primeras familias en construir su casa en el barrio y criaron allí a 9 hijos.“Ellos tienen familia en Atahona, en Chicligasta, en Los Sandoval. Vamos a enterrar ahí en el campo, porque él quería eso”, añade Marisol.
Juan Pedro González iba a cumplir 75 años en abril y todavía amasaba pan y tortillas a la parrilla para vender en su puesto ubicado sobre la verde de avenida Jujuy al 3.600. Se levantaba a las 4 de la mañana para hacer el pan en un horno de barrio que ubicó en el fondo, donde hacía el fuego con madera y carbón para llevar plata a su hogar, donde convivía con dos de sus hijas y algunos de sus nietos.
Terminaba de preparar todo cerca del mediodía y a las 15 horas, después de hornear los panes, se iba a su puesto en avenida Jujuy donde se quedaba hasta las 20 horas. Cuando vendía el último pan regresaba a su casa con su carro para bañarse y sentarse a tomar mate. Alrededor de las 21.30 se hacía una taza de mate cocido y se acostaba a dormir, esa era su rutina de todos los días.
A pesar de los pedidos que recibía de sus hijos, nietos y de su propia esposa que falleció hace tres años, para dejar de trabajar en la calle, Don González seguía con su emprendimiento. “Era terco él, le decíamos que se deje de joder. Que se maneje con lo que cobraba de la jubilación y la pensión de mi abuela, pero decía que no le alcanzaba, que la luz, que el agua, que la plata no alcanza y que la vida se hace laburando”, recuerda su nieta.
Don Gonzalez trabajó muchos  como seguridad en varios lugares, hasta que se retiró del rubro por su edad y empezó a hacer pan para vender en la calle. “Todo el barrio lo conocía, venían de todas partes a comprarle bollos a él y cuando no se ponía en la avenida venían a la casa a preguntarle si le había quedado algo”, comenta.  Para la elaboración de sus productos, compraba al por mayor los ingredientes que rinda y para poder vender al precio más barato para que a la gente le sea accesible.
«Acá en el barrio hay mucha inseguridad, esa misma pareja que lo mató había asaltado a un taxista hace unos días y a una chica también para quitarle la mochila. Está muy complicado el El Barrio Mitre, el Barrio San Alberto y Barrio Belgrano, es de locura, no para, todas las veces se escuchan tiros. Cuando necesitan no hay ni un policía. Es una inseguridad. La delincuencia no para. Nosotros estamos rogando que por lo menos se haga justicia», señala Marisol, angustiada.
Cuando los delincuentes sorprendieron a Don Gonzalez,él sacó un arma e intentó defenderse. «Es de no creer esto. Me dijo “ya vengo”, se iba a la casa de mi tía a visitarla porque todos vivimos cerca, estamos todos juntos, tenía el celular en el bolsillo. Tenía su arma con papeles porque salía a vender y tenía que tener una protección».
«Yo he visto todo porque yo estaba en la vereda, cuando he llegado corriendo a ver cómo estaba  le pregunto:  ‘¿te ha pegado?’ y me contesta: ‘Si me ha dado’. Y ya lo he visto todo ensangrentado y caer arrodillado, porque se había sentido debilitado. En el hospital dicen que 5 tiros uno en el brazo, pero uno le perforó el pulmón y lo tuvieron que meter al quirófano pero le dio un paro no lo pudieron salvar», relata.
A la espera de que se haga Justicia, Marisol remarca: «Lo hemos tratado de disfrutar a full estos últimos años, después de que se ha muerto mi abuela, no queda más que esperar que nos traigan el cuerpo para despedirlo».
El hecho
Los investigadores señalaron que, de acuerdo a las averiguaciones realizadas hasta el momento, cerca de las 21:30 horas, González se dirigía a su domicilio caminando cuando fue abordado por dos motochorros, un hombre que conducía el rodado y una mujer que iba como acompañante, quienes se detuvieron junto a la víctima.
En ese momento el asaltante amenazó con un arma de fuego a la víctima, quien también extrajo un arma de fuego. En esas circunstancias, el delincuente comenzó a disparar contra la humanidad de González, quien recibió varios impactos. Una cámara de seguridad del lugar registró ese momento. Poco después, la víctima falleció en el hospital Padilla.
En el enfrentamiento, el malviviente cayó de la motocicleta, que dejó abandonada en el lugar para darse a la fuga a pie junto a su compañera.
Luego, se presentó en el hospital Padilla un joven de 22 años para ser atendido de una herida de bala en una pierna. El mismo podría tener vinculación con el crimen que se investiga de acuerdo a la denuncia.
En el lugar del hecho se recuperó evidencia balística y se procedió al secuestro de la moto en la que se movilizaban los motochorros, la cual fue quemada por personas tras el crimen. En el hospital, los peritos de Química Legal del ECIF procedieron a realizar las tomas de muestras al fallecido.

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