Policiales

Volvían de vacaciones pero el cansancio al volante convirtió el viaje en tragedia

Carina Daniela Segovia tenía 43 años, era oriunda de Bolivia donde vivía junto a su hijo y su esposo y a donde retornaba tras unos días de descanso, pero falleció luego de que protagonizara un accidente de tránsito en la Ruta Nacional 34, cuando atravesaba territorio santiagueño.

El siniestro vial se produjo minutos antes de las 8.40 del jueves, en la “Ruta de la Muerte”, entre los kilómetros 595 y 596 en la localidad de Mailín –departamento Avellaneda-. Por el lugar, circulaba una camioneta Ford Ranger –dominio AF074JG- que era conducida por Segovia.
La mujer viajaba junto a su hijo de 17 años y a su esposo, identificado por los efectivos del Destacamento Policial Nº 1 de Lugones, como Honorato Fernández Cabrera de 49 años, todos residentes en Bolivia. La familia regresaba a su hogar, luego de haber pasado unas vacaciones en la provincia de Buenos Aires.
Por causas que la Policía trata de determinar, y según manifestó Fernández Cabrera, la mujer se habría dormido al volante. Lamentablemente, en el “cabezazo” perdió el control de la camioneta y, de manera imprevista, cambió de carril.
De frente circulaba un camión Scania modelo R410 B4XW –dominio MWY684- que era conducido por un santafesino identificado como Matías Daniel López, de 37 años. El camionero se percató de la mala maniobra de la mujer y, desesperadamente, volanteó el rodado de gran porte. Trató de evitar el choque frontal con la camioneta.
Desafortunadamente, Segovia no pudo maniobrar y colisionó contra el acoplado del camión. Luego, perdió el control y comenzó a dar tumbos sobre la banquina. La camioneta quedó completamente destruida a la vera de la ruta. Mientras que el camionero maniobró y evitó volcar.
Tras el siniestro, un ocasional transeúnte alertó a la Policía sobre el hecho. Los uniformados se hicieron presentes en el trágico escenario donde divisaron a Segovia tendida en el pavimento sobre un charco de sangre.
La familia habría sido auxiliada, en primera instancia, por un bombero voluntario que viajaba en su vehículo particular hacia Buenos Aires y divisó el accidente.
 
La conductora se encontraba con múltiples lesiones en diversas partes del cuerpo. Se constató que la misma no tenía signos vitales. Mientras que su hijo y su esposo estaban en estado de shock emocional. Los mismos tuvieron que ser asistidos en el hospital local, donde se determinó que no presentaban lesiones internas ni graves.
El procedimiento estuvo a cargo del Destacamento Policial Nº 1 de Lugones que junto a los efectivos de la División Policía Científica y de la Dirección de Seguridad Vial realizaron los trabajos de fotografías y planimetrías en los rodados.
 

En el hecho tomó intervención la Unidad Fiscal de Añatuya, a cargo de la Dra. Andrea Darwich quien ordenó pericias y la autopsia correspondiente.

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