En clave electoral, el Gobierno fuerza una imagen de unidad que no es tal
Con otro foco de incendio en el oficialismo, que se da luego de las heridas y acusaciones cruzadas que dejó el cierre de listas -previa a los comicios- y las denuncias públicas que hizo Cristina Kirchner contra el eje «albertista» por intentar impulsar un interna en el peronismo, el Presidente Fernández le pidió a su jefe de Gabinete (y precandidato a vicepresidente oficialista), Agustín Rossi, que convocara a una reunión de Gabinete. La primera desde que el funcionario santafecino asumió el pasado 15 de febrero.
La figura del encuentro fue Sergio Massa, quien arribó a Casa Rosada unos minutos más tarde de lo acordado (las 10 de la mañana). Con el fin de realizar un vídeo que simbolizara la unidad -esa que no logra concretar el Gobierno- el titular del Poder Ejecutivo, el jefe de Gabinete, y el propio líder del Frente Renovador, caminaron para las cámaras hasta el salón Eva Perón, dónde los ministros los recibieron con forzados aplausos.
Además del trío, en la postal institucional estuvieron Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del Interior cristinista cuya precandidatura, al igual que la de Daniel Scioli, fue desbaratada poco antes del final del límite para presentar los nombre que estarán en las boletas de cara a las primarias del 13 de agosto.
El cónclave duró poco más de una hora, y según se informó, contó con detalles que dio Massa sobre las negociaciones con el FMI, al igual que sobre otros créditos del Banco Mundial por u$s900 millones, y uno de u$s100M más, provenientes de un fondo saudí. Algo que se viene anunciando hace varios meses.
Asimismo, el ministro candidato habló de un alivio para los contribuyentes del Impuesto a las Ganancias. Por su parte, las usinas albertistas transmitieron a los medios afines que el mandatario felicitó a los ministros que también serán candidatos, unos ocho en total, y que «pidió más esfuerzo en la gestión para apuntalar las chances del oficialismo, en momentos de alta inflación, pobreza y negociaciones trabajosas con los organismos internacionales».
“El ministro Massa nos ha pedido enfocarnos en la gestión, y eso es lo que estamos haciendo”, dijo al llegar a Casa de Gobierno el ministro de Transporte, Diego Giuliano, un hombre del riñón del líder del FR, quien quiere mostrar una administración activa a menos de seis meses de terminar el mandato.
“Escuchamos la palabra del Presidente en este que es el último tramo de su gestión, él instó a los ministros a fortalecer todos los aspectos”, expresó Rossi en una breve declaración ante la prensa en la que se dejó hacer sólo tres preguntas.
El jefe de los ministros agregó que el Gobierno concentrará hasta el 18 de julio una cantidad de “anuncios e inauguraciones que tienen que ser comunicados” hasta esa fecha, cuando comienza la veda de actos gubernamentales, un límite previsto en el calendario electoral establecido en este 2023.
En la rueda ante los periodistas acreditados en Rosada, Agustín Rossi apuntó a la oposición de Juntos por el Cambio. “Les vamos a contar a los argentinos por qué está pasando esto en nuestro país y les vamos a contar lo que pensamos hacer nosotros. Le vamos a decir a la dirigencia opositora que estuvo gobernando hace tres años atrás, que hablaban de bajar la inflación. ¿Por qué no se lo dijeron a Mauricio y nos dejaron con el 55%? Si no pareciese que la historia empieza de cero para algunos y a nosotros nos cuentan el pasado, el recontra pasado”, enfatizó.
“Que expliquen por qué gobernaron tan mal. ¿Quién se hace cargo de los cuatro años de Macri, ¿Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich?”, preguntó a la audiencia. “Devolvieron un país con endeudamiento y recesión, sin guerra, sin pandemia y sin sequía”, espetó el funcionario.
En ese contexto, Rossi tuvo consultas por las disputas que se dan en el propio oficialismo, y en particular por la relación suya -y la de otros kirchneristas- con Massa, a quien él mismo calificó en 2014 de liberal, asemejándolo al ex presidente Mauricio Macri.
El cristinismo llegó a acusarlo (y aún muchos lo hacen) de traidor, mientras que él actual ministro y candidato les gritaba desde sus actos de campaña presidencial en 2015 que iba a meter presos a CFK y a sus acólitos, así como iba a barrer del Estado a los ñoquis (burócratas) de La Cámpora.
“Es cierto que en el pasado tuvimos diferencias con Sergio. Una parte de esas diferencias entendí que quedaron metabolizadas a partir de la constitución del Frente de Todos en 2019. Y entendí que habían quedado absolutamente metabolizadas después, cuando todo el arco político apoyó la llegada de Massa al Ministerio de Economía”, argumentó. A la vez declaró que “que a algún que otro compañero” puede no gustarle la conformación de la lista, pero aseguró que las valora.
“Estamos en un espacio con mucho espíritu crítico”, finalizó el jefe de Gabinete y candidato a vice de UP, en una jornada que, de todos modos, dio claras muestras de que las grietas endógenas persisten.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento de la República Argentina para FM Concierto 105.5