Un ex directivo de Google aseguró que la denuncia de Cristina Kirchner “no hizo otra cosa más que incrementar su viralidad”
Alberto Arébalos fue director de Comunicaciones Globales y Asuntos Públicos de Latinoamérica en la empresa durante la presidencia de la actual vicepresidenta y opinó sobre la demanda de días atrás: "Hacer todo este show no la ayuda a ella"
Cristina Kirchner y Mauricio Macri compartieron escenario el 6 de mayo de 2014 en la inauguración de las oficinas de Facebook en el barrio de Retiro, la cuarta sede en Latinoamérica. No lo hacían desde agosto de 2012, cuando la entonces Presidenta y el entonces jefe de Gobierno porteño asistieron al 158° aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Los fotógrafos no los encontrarían, después, muchas veces juntos: el 25 de mayo de 2014 en el Tedeum de la Catedral Metropolitana, el 3 de julio del mismo año en el acto de apertura de un tramo de la Autopista Illia y el último 10 de diciembre en el Congreso, ese saludo frío convertido en meme y en sticker de Whatsapp en el marco de la jura de Alberto Fernández y el traspaso del mando presidencial.
Ese encuentro, el de Facebook, lo produjo Alberto Arébalos, en aquellos años director de Comunicaciones de Facebook para Latinoamérica. A Cristina Kirchner ya la conocía. En 2008, cuando era director de Comunicaciones Globales de Google en la región, la invitó a la inauguración de las oficinas de la compañía en Buenos Aires. Incluso en 2010, antes de que muriera Néstor Kirchner, le transmitió una propuesta: abrir un canal de YouTube. Tuvieron una reunión en su despacho. Al poco tiempo, la Presidenta abrió su cuenta.
“Cristina Kirchner siempre tuvo una muy buena relación con Google. Me consta”, dijo Arébalos en diálogo con radio Rivadavia. “Siempre comprendió muy bien lo que era Internet y el fenómeno digital”, aseguró, a modo de introducción para contrastar su asombro: “Por eso me extraña de la vicepresidenta, me sorprende este tironeo”. El tironeo es la demanda de Cristina Kirchner a Google porque figuraba en el buscador como “ladrona de la Nación Argentina”.
La denuncia formulada por Carlos Beraldi, abogado de la vicepresidenta e integrante de la Comisión que asesora al presidente Alberto Fernández en el proyecto para reformar la Corte Suprema, fue presentada el jueves 6 de agosto ante el fuero civil comercial federal. Hacía referencia a una publicación del 17 de mayo en donde la búsqueda de la funcionaria arrojaba como resultado la calificación de “ladrona” en el panel de conocimiento donde figuran su foto y el cargo que ocupa.
“Me da la impresión, por lo que yo sé, de que hay un enorme malentendido –interpretó Arébalos–. El panel al que se refieren, cuando la gente busca alguna personalidad y algún tema muy importante, se arma con contenido de sitios como Wikipedia. Acá sucedió, y viene sucediendo hace mucho tiempo en la Argentina con esto de la grieta, que hay gente que se dedica a hacer vandalismo en Wikipedia. Se meten y ponen ‘Macri es tal cosa, Cristina es tal cosa’, porque hay vándalos de los dos lados. Los controles en Wikipedia fallaron. Alguien hizo eso con maldad y como automáticamente el panel toma esa información, sucedió lo que sucedió”.
Arébalos, periodista de vocación, es hoy consultor internacional en comunicación corporativa, digital y manejo de crisis. Sociólogo, escritor, conferencista, es argentino y vive en Miami. Entre junio de 2007 y mayo de 2012, ejerció de director de Comunicaciones Globales y Asuntos Públicos de Latinoamérica en Google. Luego y hasta 2014, se desempeñó como director de Comunicaciones Corporativas de Facebook para Latinoamérica. En base a su conocimiento, cree que la denuncia de la vicepresidenta no debería prosperar.
“A Wikipedia tendría que haber demandado. Google no es responsable en este caso. Pero tampoco hubo malicia por parte de Google ni de Wikipedia. Hay gente, trolls, que se dedican desde hace mucho tiempo a hacer vandalismo en Argentina y en otros países, pero Argentina es un caso bastante agudo. En vez de pintar grafitis en la calle, hacen vandalismo en sitios de Internet”, afirmó. A su vez, describió a Wikipedia como una enciclopedia virtual que se sostiene con contenido aportado por cualquiera y aseguró que los que coordinan el sitio en Argentina “están embanderados de un lado o del otro”.
Consultado por puntualmente sobre si cree que Fernández de Kirchner debería avanzar con una demanda en contra de Wikipedia, Arébalos dijo: “En realidad mi opinión es que no debería demandar a nadie, partiendo de la base de que ni Wikipedia ni Google actuaron con malicia. De hecho, apenas se supo eso se corrigió. Creo que demandar es una respuesta propia de abogados cuando el problema es de otra índole”.
Y añadió: “En el caso específico del panel de conocimiento de Google, donde salió lo de CFK, ella misma pudo haber reclamado el control del mismo y así evitar esto. Eso está especialmente explicado por Google. Ojo, no dijo que ella es culpable de nada y entiendo la bronca que le da, pero cuando vos ponés una demanda y antes de ganar ya estas diciendo qué harás con la plata que supuestamente vas a ganar, parece más un tema político que legal”.
El panel de conocimiento se conforma con datos que provienen de muchos sitios, Wikipedia es uno de ellos. Como usuario, se puede hacer uso de la función “Reclamarlo para ti” que permite editar ese panel. Los pasos a seguir para hacer esa solicitud para modificar el panel de conocimiento así como los detalles en relación a cómo se conforma ese apartado están explicados en el blog oficial de Google, remarca Arébalos.
El día que se difundió la presentación judicial que hizo Fernández de Kirchner, el tema creció en búsquedas y fue trending topic en las redes. Consultado sobre si esa decisión y su posterior difusión no terminó propiciando mayor visibilidad al insulto que se incluyó en el panel de conocimiento, Arébalos dijo lo siguiente: “Es una regla de internet. Cada vez que pasa algo así, el hecho de hacerlo público incrementa su viralidad. Lo mejor en este caso es bajar el contenido erróneo y, en su caso, reclamar el panel de conocimiento, cosa que debería hacer cada famoso/a en Argentina. Hacer todo este show no la ayuda a ella ni a nadie”.
“Yo la llevé a la oficina en su inauguración en 2008 y desde entonces siempre tuvo una buena relación (con Google). Este hecho es lamentable pero no debería llevar la sangre al río. Ella entiende bien la tecnología y cómo funciona Internet. Hablamos de eso en 2010 cuando le propusimos que abriera su canal de YouTube. Por eso me extraña que haya elegido este camino”. Y subrayó: “En conclusión, lo que digo es que es una víctima de vandalismo pero una demanda no es el camino”
En su cuenta de Twitter, la vicepresidenta publicó: “Realicé una presentación judicial para solicitar una pericia informática urgente contra Google, que servirá como prueba de una demanda”. En efecto, solicitaron como medida de prueba un informe detallado de cómo se generó esa información, durante cuánto tiempo estuvo activa y qué cantidad de visualizaciones tuvo. El escrito acusa: “En suma, Google publicó en su plataforma y bajo su responsabilidad, información falaz y agraviante con relación a Cristina Fernández de Kirchner, mancillando su nombre, imagen y honor”.
Arébalos entiende que se pidió una auditoría, no supone una demanda formal. El viernes 7 de agosto el juez civil y comercial federal 7, Javier Pico Terrero, le dio curso al pedido formulado por la ex presidenta al aceptar la solicitud de prueba anticipada en base a un peritaje informático. Cristina Kirchner, a su vez, ya notificó al gigante digital que la Justicia aceptó su presentación. La resolución judicial ordena a la compañía a conservar todos los datos asociados a los términos “Cristina Fernández de Kirchner” y “Cristina Kirchner” desde el 17 de mayo de 2020 hasta el día en que se realice la pericia.
“Ya hay antecedentes y jurisprudencia en Argentina, con fallos de la Corte Suprema, donde quedó claro que los buscadores no son responsables del contenido que aparece en otros sitios. Lo que pasa es que muchas veces es más fácil señalar y criticar a Google por su importancia o presencia que entender el funcionamiento de Internet y de ese panel”, apuntó. Indicó, además, que las personas que poseen un panel de información tienen potestad para reclamar, editar y controlar lo que allí sale publicado.
Arébalos aseveró que la empresa, al tomar conocimiento de la denuncia, corrigió la información en calidad de urgente. “A través de los medios hemos tomado conocimiento de que la Dra. Cristina Fernández de Kirchner habría realizado una presentación en la Justicia en relación a un incidente ocurrido a mediados de mayo sobre cierto contenido en el panel de conocimiento, al que en su momento le dedicamos toda nuestra atención y resolvimos de manera expedita, de acuerdo con los procedimientos y políticas establecidos para casos similares”, expuso Google Argentina a través de un comunicado en el que explicaron que el panel de conocimiento se genera de forma automática al absorber información de distintas fuentes digitales.
El experto se permitió esbozar una opinión de índole personal: “Me parece que hay cosas más importantes en este momento en la Argentina y en el mundo. La vicepresidenta sabe que es vandalismo y que nadie la está acusando de eso. Yo creo que no debería prosperar ni darle tanta importancia. Hay problemas más importantes como para hacer tanto drama con una cosa de la que ni Google ni Wikipedia son culpables. Sí hay gente responsable que viene haciendo vandalismo digital desde los dos lados de la grieta”.
“Internet es inmensa: miles de millones de personas metiendo y sacando información en 150 idiomas. No hay forma de controlar eso. Sí podés, una vez que te dicen, controlarlo, pero el control previo es materialmente imposible. Si eso hubiese aparecido y Google se hubiese negado a sacarlo, es discutible. Pero apenas se le avisó, Google hizo todo lo que tenía que hacer. Pegarle a Google es fácil porque es visible y se piensan que es una gran bolsa de dinero. A mí me parece un poco exagerado”, consideró Arébalos.
La vicepresidenta dijo en sus redes sociales que Google provocó un daño que debe ser reparado y que el perjuicio que les ocasionan a los difamados puede ser incalculable. “¿Existe algún tipo de defensa para las personas que resultan víctimas de este tipo de acciones perpetradas por un gigante informático como Google?”, se preguntó. En contrapartida, Arébalos advirtió: “No digo que no haya recursos para corregir errores. No digo que Google sea perfecta. Ninguna empresa es perfecta, como ningún gobierno o ninguna persona lo es. Reclamar la perfección de las empresas cuando nadie lo es me parece que es tirar demasiado de la cuerda”.