
Según informaron los dueños del bar, la mujer se hizo presente y exigió ver a su marido, quien supuestamente se encontraba en el lugar.
Lo hizo violentando una puerta, ya que en ese momento el comercio ya había cerrado.
El dueño accedió a abrirle para que verificara que el hombre no se encontraba allí y luego todo se desmadró.
La mujer, una reconocida contadora, comenzó a destruir todo, vajillas, botellas, muebles, luces y una consola de sonido, valuada en unos $ 200.000. Los daños totales superarían el millón de pesos.
Los propietarios del local alertaron a la policía sobre la situación, puesto que la mujer despechada se marchó a toda prisa, a bordo de un automóvil Audi y con un menor dentro del coche.
Tomó intervención la Unidad Fiscal Penal 8, a cargo de la doctora Miriam López