El asesinato de Luis Espinoza, un tucumano, trabajador rural de 31 años y padre de 6 hijos en manos de 9 integrantes de la Policía de la provincia, conducidos por el ministro de la seguridad Claudio Maley y por el gobernador Juan Manzur configuran un aberrante e ilegal conducta de gravedad Institucional, porque pone en evidencia el accionar represivo e ilegal de las fuerzas de seguridad. El modus operandi, policías sin uniformes desplazándose en vehículos particulares, secuestrando, ocultando, desapareciendo, trasladando la víctima a otra provincia, envolverla en plásticos y arrojándola en un precipicio de la vecina provincia de Catamarca hizo retrotraer a los tucumanos a las noches más oscuras de su historia. En un contexto de que los controles no solo son policiales sino también sanitarios, no hay registros de estos policías saliendo de la provincia tras recorres casi 100 km para asegurar la impunidad de su delito. ESTO LO LOGRO JUAN MANZUR. Alejadas de un estado de derecho sin imperio de la ley ni de la Constitución.
Desgraciadamente Luis Espinoza es producto de la incapacidad, de la desidia y de la criminalidad instalada en quienes nos deben cuidar, que ya no sólo no logró en casi 5 años de gestión garantizar a los tucumanos PAZ Y SEGURIDAD PÚBLICA sino que asumió como herramienta y metodología de acción la represión, el abuso de poder y la violación sistemática de las libertades individuales y las garantías de los ciudadanos de Tucumán.
Desde nuestro espacio rechazamos las conductas y accionar ilegal y solicitamos que asuman las responsabilidades políticas, administrativas y legales del caso.
Necesitamos autoridades que cuiden en serio a los tucumanos y una firme determinación a recuperar la seguridad para Tucumán. No sólo hay una evidente impotencia sino también un demostrado fracaso en el modelo policial que requiere urgentes medidas para su reformulación en aras de devolver el principio de autoridad y las garantías a todos los tucumanos.
Legisladores: Raúl Albarracin, Walter Berarducci y Raúl Pellegrini
