El debate oral y público comenzó el pasado 5 de febrero y juzga un total de nueve hechos de agresión sexual del ex senador nacional contra F.L.. La víctima es una ex colaboradora 35 años menor que denunció haber sido sufrido una serie de abusos mientras trabajaba para él en la campaña política electoral que intentaba reubicarlo por cuarta vez en la gobernación de Tucumán en las elecciones de 2019.
Según la investigación, los delitos ocurrieron entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018 en las ciudades de San Miguel de Tucumán y Yerba Buena, y en un departamento de Alperovich en el barrio porteño de Puerto Madero, mientras ejercía la senaduría.
En total se documentaron tres hechos de abuso sexual -dos de ellos cometidos en tentativa- y seis sucesos de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal. “En todos los casos -sostuvo la acusación- mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”.
Durante las cuatro jornadas anteriores desfilaron por el recinto, ubicado en la calle Paraguay al 1500, distintos familiares de la denunciante, como sus padres y su abuela. También asistieron amigas y ex compañeros de trabajo. Todos dieron cuenta de su notorio deterioro físico, psíquico y emocional durante la época en que F.L. trabajó para el entonces senador nacional.
Durante ese tiempo, según su papá, David L., primo hermano de Alperovich, “estaba destruida, había perdido 10 kilos de peso, temblaba, no dormía”. Ese testimonio, realizado el jueves pasado en la planta baja de los tribunales porteños, duro casi dos horas.
La acusación del caso está a cargo del fiscal Sandro Abraldes, mientras que la querella la integran los abogados Pablo Rovatti y Carolina Cymerman. La defensa del tres veces gobernador, en tanto, está encabezada por Augusto Garrido. En la instrucción, por otra parte, a Alperovich lo representó el hoy ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
En sustento de la hipótesis del ex mandatario, que en la primera audiencia se declaró inocente, brindó testimonio una de sus hijas, Sara Alperovich, ex legisladora provincial, quien dijo haber entablado una relación de amistad con la denunciante cuando trabajaron juntas en el raid electoral del ahora imputado.
Para la hija de Alperovich, la denuncia de 2019 contra su padre fue “una gran campaña contra” ellos porque la joven “necesitaba llamar la atención”.
El juicio se extenderá por varios meses, ya que el listado de declarantes contempla más de 80 testigos, entre los cuales se encuentran personalidades ligadas a la política tucumana, como Juan Manzur. El proceso avanza en razón de una audiencia por semana. El imputado se enfrenta a una pena de hasta 15 años de prisión.
