«Sólo quedan mentolados», es la respuesta habitual que los fumadores reciben en estos días cuando se acercan a los kioscos con la intención de comprar un paquete de sus cigarrillos habituales. La escasez de atados de las principales marcas, cuyas fábricas quedaron inactivas a partir del 20 de marzo, ya se había empezado a notar en algunas provincias durante el último fin de semana, pero a mediados de la actual se generalizó y abarcó a todo el país.
La rehabilitación de las plantas de fabricación de cigarrillos debió sortear la traba de que no se trata, particularmente, de un consumo esencial (por el contrario, el tabaquismo también es considerado pandemia), pero en la actual situación de aislamiento obligatorio se tendrá una consideración particular para los fumadores en función de no generar más factores de angustia o tensión.
Con respecto al aprovisionamiento de la materia prima, la hoja de tabaco, no hubo mayores problemas de oferta dado que la producción no tuvo restricciones, aunque hubo roces entre la industria y la producción ante la actitud de una de las fábricas de negarse a cumplir con sus compromisos de pago y retiro del producto hasta que se reanudara la actividad. Esto ocurrió especialmente con los productores de Misiones y provocó reacciones y quejas ante una actitud calificada de abusiva.
El pedido de habilitación de las dos plantas principales de producción de cigarrillos ya superó varias autorizaciones a nivel de municipios y provincia de Buenos Aires, especialmente relativas a protocolos de seguridad para el desarrollo de la actividad preservando a los trabajadores de riesgos mayores de contagio, y ahora se esperan novedades desde el Gobierno nacional para este fin de semana.