Se reconfiguran el oficialismo y la oposición de cara al balotaje
Con 98,04% de las mesas escrutadas -pasada la medianoche del domingo pasado- los números acompañaron en la elección general al candidato oficialista, Sergio Massa, que alcanzó el 36,68% de los votos contra el libertario Javier Milei, que no superó su techo de las primarias del 13 de agosto, que fue de 30,1%, cuando el que había quedado detrás de él en esa circunstancia era el actual ministro de Economía.
La sorpresa fue la baja performance de Patricia Bullrich, presidenciable de Juntos por el Cambio, quien no logró ingresar al balotaje con los 23,83 por ciento de sufragios que consiguió. Conocidos los datos oficiales y despejadas las especulaciones, el ganador de la jornada habló en el comando electoral de Unión por la Patria en el barrio de Chacarita, dirigiéndose -en particular- a quienes respaldaron a Juan Schiaretti, el gobernador de Córdoba que obtuvo 6,79%, y a la candidata del Frente de Izquierda (FIT), Myriam Bregman, que sacó 2,69% de electores.
En ese contexto, Massa ratificó que convocará a un gobierno de unidad nacional en caso de ser presidente y manifestó que “La grieta se murió y empieza una nueva etapa el 10 de diciembre”, cuando termine el mandato de Alberto Fernández, que acaba esta etapa ignorado por sus ex socios del Frente de Todos.
“Quiero convocar a que entendamos que la Argentina que viene es la Argentina del abrazo, del campo y la industria, del interior y la ciudad, del desarrollo ferroviario, de empresarios y trabajadores sentados en la misma mesa, construyendo la suma de capital y trabajo. Más desarrollo argentino. Quiero convocarlos a que tengamos la capacidad de poder poner punto final a la idea de la destrucción del otro, a la idea del amigo-enemigo. Si hay algo que ha quedado claro en esta elección es que la grieta se murió y empieza una nueva etapa desde el 10 de diciembre en mi gobierno”, dijo el jefe de Hacienda que llegó a esta instancia con una inflación del 140%, 20 millones de pobres, de los cuales 5 millones son indigentes, con 56,2% siendo menores hasta 14 años y con 13,6% en la total indigencia.
Sabiendo que debe sumar, de cara a la segunda vuelta del 19 de noviembre, el triunfador nominal de la noche apuntó: “Sé que muchos de esos que nos votaron son los que más están sufriendo: no les voy a fallar. Sepan que como presidente desde el 10 de diciembre no les voy a fallar. Quiero esta noche también hablarle a los argentinos y argentinas que fueron al cuarto oscuro, pero votaron en blanco. Quiero hablarle a los argentinos que a lo mejor con desesperanza o bronca se quedaron en sus casas. A los que eligieron a Myriam, a Juan. Quiero hablarle a esos miles y miles de radicales que a lo largo y ancho de Argentina comparten con nosotros valores democráticos como la educación pública, la independencia de poderes, la construcción de valores institucionales que la Argentina merece y se merece”.
En ese marco agregó: “Pero también a aquellos que eligieron otra opción pensando en la necesidad de tener una Argentina en paz, con orden. Una Argentina sobre la base de construcción de valores democráticos, de respeto a las instituciones, sin incertidumbre y con certezas. A todos esos quiero decirles que voy a hacer el mayor de los esfuerzos en los próximos 30 días para ganarme su confianza”.
Sergio Massa evitó nombrar a Cristina Kirchner, que no estuvo acompañándolo en los últimos actos ni en este día clave, y menos aún al actual mandatario, que lo felicitó por redes pero no fue invitado a participar de la espera de los resultados y tampoco de la campaña, que ahora seguirá un mes más, seguramente sin los dos accionistas del Unión por la Patria, que se distanciaron estando en el poder, complejizando el gobierno del que la expresidenta y actual senadora no se hace responsable, cargando las tintas sobre su fracaso en la figura de su ex delfín. El mismo con el que decidió encabezar la fórmula ganadora en 2019.
Por su parte, en el búnker de La Libertad Avanza, Milei expresó que “la campaña hizo que muchos que los que queremos un cambio nos viéramos enfrentados, por eso vengo a dar por terminado ese proceso de agresiones y ataques. Y estoy dispuesto a hacer tabula rasa, barajar y dar de nuevo, para terminar con el kirchnerismo”, y apuntaló que “más allá de nuestras diferencias tenemos enfrente a una organización criminal que no va a dejar barbaridad por cometer con tal de sostenerse. El kirchnerismo es lo peor”, remarcó el líder de LLA para remarcar que “todos los que queremos un cambio tenemos que trabajar juntos”.
La mujer que fue respaldada por el ex presidente Mauricio Macri, nos referimos a Bullrich, habló en el Goldencenter en Parque Norte luego de conocer los datos que la relegaban de competir por la presidencia de la Nación. Allí afirmó que “no hemos logrado los objetivos que queríamos para nuestra Argentina”, y destacó que “nuestra causa va más allá de un momento electoral y va más allá de una derrota”.
La dirigente que fue ex ministra de Seguridad en la administracón de Cambiemos subrayó que “hoy lo aceptamos, pero tenemos una convicción profunda de los valores que llevamos dentro de la República, de la transparencia, de los valores de lucha, de la corrupción”, y refrendó que “el populismo ha empobrecido al país y no soy yo quien va a felicitar a quien vuelva al poder tras haber sido parte del peor gobierno de la historia argentina”.
Sobre el final, acompañada por la desazón de los dirigentes de JxC que la acompañaron en el escenario, Patricia B. apuntó que “hoy me ha tocado a mi este lugar, serán otros los que avancen en estos valores y en este camino”.
En pocas horas y con los tiempos acotados, Bullrich reasumió la presidencia del PRO y junto a Macri iniciaron un proceso de negociaciones para apoyar a Milei, sin la mayoría de los radicales ni la Coalición Cívica de Elisa Carrió que llamará a impugnar el voto. Algo que presagia la ruptura de JxC.
El kirchnerismo comenzó a operar apenas terminada la elección para que el libertario se bajara de la segunda vuelta, es que hubo sospechas sobre como se desarrolló el comicio en el Conurbano, de donde salió la mayor cantidad de votos que ayudaron a Massa a revertir la derrota del 13-O. La Libertad Avanza negó que no fuera a competir y los apoyos empezaron a llegar de intendentes y otros dirigentes macristas.
Pese a que el oficialismo dice que eso lo favorece, se saben preocupados porque, más allá de si hubo «Plan Platita» y boletas robadas, rotas y/o escondidas, a nivel país, Unión por la Patria alcanzó un 36,68% y la suma de sufragios opositores el 63,29%. En la Provincia de Buenos Aires el ex Frente de Todos consiguió el 44,88%, que le dio el triunfo a Kicillof, pero con una oposición que llegó al 55,09%.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento de la República Argentina para FM Concierto 105.5