El lunes pasado Casa Rosada se encargaba de generar expectativa en torno al mensaje en Cadena Nacional de Javier Milei para anunciar un superávit fiscal en los primeros tres meses del año de 0,2%. Desde muy temprano se anunciaba en la sede del PEN que se trataría de una comunicación presidencial grabada en el Salón Blanco a las 16 hs –para ser emitido a las 21 hs-junto a parte del equipo económico, encabezado por el ministro Luis Caputo. Lo que ocurrió es que al caer la tarde la agenda giraba en torno a la Marcha Federal por la Educación Pública que se realizaría al día siguiente. La masividad que se vaticinaba empezaba a generar inquietud en las huestes libertarias.
La estampida cuantiosa que se vio en las calles el martes se llevó puestos a dos secretarios de la cartera de Capital Humano que encabeza Sandra Pettovello. Uno fue Maximiliano Keczeli, ex Coordinación Legal y Administración, y el otro Gerardo Marcelo Hita, otrora responsable del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Otro elemento que desactivó el gobierno -debido al desborde en Buenos Aires y todo el país- fue el protocolo Bullrich. La excusa que se manifestó en Balcarce 50, con el fin de darle un marco técnico a la decisión, se sintetizó en “que se aplicó un criterio de razonabilidad”.
Lo único que estuvo absolutamente militarizado fue el palacio gubernamental, que desde temprano fue protagonista de un operativo que partió la Plaza de Mayo en dos a la altura de la Pirámide, colocando vallas similares a las que quedaron allí desde el 2001 hasta la asunción en 2019 de Alberto Fernández, quien acordó con el entonces jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, retirarlas definitivamente. Para uno de los pocos sobrevivientes de la regencia albertista en Casa de Gobierno se trató del “único acto de gestión rescatable del Frente de Todos”, dicho obviamente, a modo de ironía.
En Balcarce 50 todavía sonaba fuerte el “salariazo” que se auto otorgaron los senadores, pero se evitaba hablar de los que se sucedieron en Casa de Gobierno. En esa línea, FM Concierto preguntó a Manuel Adorni sobre las diferencias salariales que hay entre un trabajador promedio, un jubilado o un desocupado que cobra un Potenciar Trabajo y los funcionarios ejecutivos y legislativos. El vocero reconoció que “las brechas salariales son una realidad, en la Argentina tenemos salarios destruidos”, y a su vez se refirió a lo que había dicho el senador Martín Lousteau (UCR) la semana pasada. “Yo no gano lo que dice ese señor que gano. Al compararse conmigo no dijo la verdad sobre mi salario”, cerró.
Sorprendió lo que en on y en bambalinas explicaba la gestión libertaria con respecto a las negociaciones que se habían dado con los rectores universitarios en la previa a la convocatoria que se reconocía como legítima por parte de estudiantes pero no de referentes opositores como Axel Kicillof, Sergio Massa, Juan Grabois, la CGT, las dos CTA, etc. “Acordamos con ellos el presupuesto del 70% en marzo, una cifra igual en mayo y fondos para las universidades. Se mostraron de acuerdo y después se fueron a seguir con el acto porque responden a sus jefes políticos”, contó uno de los asesores ministeriales, que al ser consultado sobre si habían firmado un acta de acuerdo, respondió que no porque confiaron en la palabra de los representantes de las facultades. “Fuimos ingenuos”, señaló el funcionario ante la incredulidad de los interlocutores.
Al terminar la enorme concentración, en la que este periodista reunió testimonios de diversos asistentes que reconocieron haber apoyado al mileísmo el 19N, este medio le planteó el interrogante al portavoz del presidente, quien aseveró que “probablemente haya gente en la marcha que votó al presidente Milei, no lo sé, no me consta, no hacemos una observación de quién fue en términos de votos”, apuntó para agregar que “si el punto del reclamo es para que nosotros no impulsemos el cierre de las universidades, eligieron la marcha equivocada porque a nosotros nunca se nos hubiese cruzado por la cabeza resquebrajar la educación pública. Ese fue algún sector que logró imponer ese título que está lejos de ser compatible con nosotros y nuestra ideología”.
La semana seguiría con un Javier Milei histriónico que expuso en la cena anual de la Fundación Libertad en Parque Norte. Más allá de la defensa de su gestión y la burla hacia quienes lo critican, una de las frases que quedó flotando en el aire fue la que sentenció que el ajuste va a continuar. Cuando su representante en Rosada se encargó de responder al respecto frente a los periodistas acreditados, aseveró que “la motosierra es eterna, no tiene fin, es para siempre”. En esa misma rueda de prensa, Adorni volvió a recibir consultas sobre la cantidad de canes que su jefe tiene en Olivos. El tema lo enojó, y ese enojo lo llevó a reprender al cronista diciéndole: “Me parece una falta de respeto decir que el presidente ve cosas que no existen (en referencia al perro Conan)”, y añadió que “es meterse con su familia. Me parece desubicado lo que sugeriste”, planteó para dar por finalizado el tema. El clima se puso espeso y al rato pidió que no le dieran la posibilidad de repreguntar a otro colega que lo había interpelado por el fallecimiento de una persona que no recibió su medicación oncológica, algo que Adorni negó rotundamente. “No, no le des el micrófono porque me tiene harto”, fue la reacción del vocero.
El clima en el Palacio empieza a tensarse cada vez más. Los libertarios comenzaron a ver fantasmas entre los empresarios, opositores, la prensa -sobre la que intenta avanzar con una resolución que de prosperar limitaría la cantidad de acreditaciones en la sala de periodistas de Casa Rosada- y también entre los propios. El ex jefe de bloque de LLA en diputados, Oscar Zago llegó el miércoles a Balcarce 50 solicitando una reunión con el ministro del Interior, Guillermo Francos. Pese a sostener que apoyaría la Ley Bases y el paquete fiscal -que ya tiene dictamen de comisión para ser tratado el 29 y 30 de abril-, apuntó al entorno del primer mandatario al afirmar que no podía ser que se enterara por los medios que había objeciones a la reforma laboral por parte de legisladores como Miguel Ángel Pichetto, y no conocer la estrategia del oficialismo, que sabe que lo aguardan horas inciertas en el recinto de la Cámara baja, donde Unión por la Patria y sus aliados del Frente de Izquierda, harán todo lo posible para complicar el tratamiento de las iniciativas, que el propio Milei dijo que podían tirar, confiado en su plan económico y el descenso de la inflación, que infiere que en el corriente mes será de un dígito.
La pregunta que nadie responde en los pasillos y galerías del poder central es hasta qué momento la población tendrá resto para resistir el paráte económico y la recesión. El histórico decano de Balcarce 50, Roberto “Tano” Di Sandro, volvió a preguntar por enésima vez a Adorni, cuándo se van a solucionar los problemas y el Gobierno va “dar una mano suave” a los trabajadores para que puedan llegar a fin de mes. Por ahora, ni en off ni en on, este punto puede ser clarificado por quienes están a cargo de la administración de un Estado, al que La Libertad Avanza considera el causante de todos los males.
Juan Pablo Peralta, periodista acreditado permanente en Casa Rosada y el Parlamento de la República Argentina para FM Concierto 105.5
